Guadalajara
La Policía Nacional ha detenido en Guadalajara a Luis Alberto M. M, un expolicia peruano al que acusan en su país de 10 asesinatos. Habría formado parte de los Escuadrones de la Muerte, una mafia policial que mataba delincuentes para lograr ascensos.
Sólo necesitaron cuatro horas. El 29 de septiembre llegó al Grupo de Localización de Fugitivos de la Policía Nacional la solicitud de localización de un sospechoso a través de Interpol. Venía con la indicación de "fugitivo peligroso". Cuatro horas después, lospolicías españoles le ponían los grilletes a Luis Alberto M. M., un expolicía peruano al que la Fiscalía de su país le acusa de 10 asesinatos. No ofreció resistencia. Pero al policía que le ponía las esposas le dijo que si le enviaban a su país le matarían. Está acusado participar en un escuadrón de la muerte formado por policías corruptos. Vivía con su familia en Guadalajara aunque él permanecía en España indocumentado, en situación irregular.
Luis Alberto, de 52 años, era suboficial de la Policía Nacional del Perú. Y entre los años 2012 y 2016 formó parte, según la Fiscalía peruana, de un escuadrón de la muerte conocido como Caballos de Troya. Su funcionamiento era sencillo. Los agentes de este grupo captaban y pagaban informantes para que incentivaran a pequeños delincuentes para cometer secuestros o robos millonarios. Esa información llegaba a los policías corruptos y éstos sorprendían a sus víctimas cuando pretendían cometer el delito que se les había propuesto. Les asesinaban y después informaban del caso como resultado de un peligroso tiroteo. Ganaban así reconocimiento en el cuerpo policial, ascensos y beneficios económicos.
Ejecuciones extrajudiciales
La Fiscalía de Perú considera a este escuadrón de la muerte responsable de 27 asesinatos. Y el ahora detenido en España estaría implicado en, al menos, diez de estos crímenes. En muchos casos, las víctimas eran tiroteadas por la espalda, a corta distancia y la trayectoria del disparo era de arriba hacia abajo. Auténticas ejecuciones extrajudiciales. No siempre los abatidos iban armados.
Los escuadrones de la muerte han sido una realidad en muchos países de Latinoamérica. Formados habitualmente por paramilitares o miembros corruptos de cuerpos policiales o militares, su especialidad era la ejecución extrajudicial de personas de determinados colectivos. Muy presentes en países con guerras internas entre el Estado y grupos guerrilleros, se amparaban en la impunidad que les daba su relación con altos estamentos del país.
"Caballos de Troya"
En el caso los Caballos de Troya, estaban liderados y protegidos por el comandante Raúl Enrique Prado Ravines, ahora en busca y captura tras ser condenado a 35 años de prisión. El Ministerio del Interior peruano ofrece una recompensa de 100.000 soles, unos 26.000 euros, por cualquier información que lleve a su captura.
Idéntica pena es la que podría esperar en Perú al fugitivo ahora detenido en Guadalajara. Agentes del Grupo de Localización de Fugitivos de la UDYCO Central de la Policía Nacional vigilaron domicilios de sus familiares en Guadalajara y en la localidad de Marchamalo hasta que le vieron salir de uno de ellos, el de la capital alcarreña, junto a su esposa. No ofreció resistencia. La Audiencia Nacional decidirá sobre su posible extradición a Perú, algo que él pretenderá evitar.