Violencia de género
Agentes de la Policía Nacional han detenido en Valencia a un hombre de 41 años que presuntamente tiró un cazo de leche hirviendo a la cara de su pareja, embaraza de cuatro meses, y un día después la golpeó en el estómago y las caderas. La víctima ha estado ingresada dos días en un hospital.
Las investigaciones se iniciaron al tener conocimiento los agentes que una mujer, embarazada de cuatro meses, había tenido una discusión con su pareja y en el transcurso de la misma, al parecer, el hombre la golpeó con patadas y puñetazos en el estómago y en la cadera, como también le quitó su teléfono móvil, según han informado las fuerzas de seguridad en un comunicado.
Los policías averiguaron que el sospechoso, el día anterior, presuntamente le arrojó a la cara un cazo de leche hirviendo y que dos semanas antes le golpeó con un plato en la cabeza. La mujer tuvo que ser atendida de las lesiones en un centro de salud. En otras ocasiones, según las investigaciones, el hombre había amenazado con un cuchillo a su pareja, le había quitado dinero y su teléfono móvil, hasta llegar a romperlo.
Los policías, ante estas circunstancias, solicitaron la presencia de servicios sanitarios, que tras valorar a la víctima la trasladaron a un hospital de Valencia, donde ha permanecido ingresada durante dos días.
A continuación, se dirigieron al domicilio de la pareja. Allí se encontraron a un joven que manifestó ser el propietario de la vivienda y que residía con la pareja. Permitió la entrada a los agentes, que vieron al sospechoso tumbado en una cama y un cuchillo de cocina plateado en un tarro encima de una estantería, con el que al presuntamente habría amenazado a la víctima.
Gracias a la colaboración ciudadana, los agentes averiguaron que hacía escasos minutos la pareja había mantenido una discusión y, en el transcurso de la misma, presuntamente el hombre la había agredido varias veces. Así, procedieron a arrestar al sospechoso.
La víctima, cuando la acompañaron a recoger sus pertenencias, entregó a los policías dos cuchillos de cocina que al parecer había usado su pareja para amenazarla y dos teléfonos móviles que le había roto.
El detenido, con antecedentes policiales, ha pasado a disposición judicial que ha decretado su ingreso en prisión. Se le acusa de delitos de maltrato habitual tanto físico como psíquico, lesiones, y amenazas.