SIMULABAN QUE HABÍAN PASADO LOS CONTROLES

Detenida una pareja china por cocinar en condiciones insalubres para supermercados y particulares en Cataluña

La pareja cocinaba a gran escala en condiciones de insalubridad, en su casa de Santa Coloma de Gramanet, en Barcelona. Envasaban los productos con etiquetas falsificadas y los distribuía entre particulares y supermercados de Barcelona.

Los dos detenidos, una mujer de 34 años y un hombre de 33, ambos de nacionalidad china, ya fueron detenidos por hechos parecidos el pasado año. En esta ocasión han quedado en libertad acusados de los delitos contra la salud pública, contra la propiedad industrial y por falsificación documental.

La pareja fue denunciada por un compatriota suyo, vecino de Málaga, que en un reciente viaje a Cataluña vio en algunos supermercados asiáticos productos con la etiqueta de su empresa, pero que no eran suyos.

La pareja transformaba, envasaba, almacenaba y distribuía los alimentos en condiciones insalubres, lo que generaba un riesgo para la salud pública, ante lo que los Mossos d'Esquadra han retirado del mercado unos 500 kilos de comida que habían preparado.

Para comercializar los productos, la pareja utilizaba copias de etiquetas de empresas en funcionamiento o bien de otras que ya habían cerrado y simulaba que habían pasado los controles sanitarios, aunque en ningún caso lo habían hecho, provocando una total desprotección de los consumidores.

Según los Mossos d'Esquadra, la pareja compraba carne en cantidades industriales y envases para almacenar la comida y distribuían el producto final a particulares y a supermercados asiáticos de Badalona, Barcelona, Santa Coloma de Gramenet y L'Hospitalet de Llobregat.

En el piso registrado, los agentes comprobaron que se elaboraba la comida en un espacio insalubre y sin ninguna garantía sanitaria y encontraron varias páginas de etiquetaje en blanco, una impresora y un datador para marcar las fechas de caducidad, con las que, supuestamente, falsificaban las etiquetas.

Ese mismo día los agentes también efectuaron inspecciones en seis supermercados asiáticos a los que la pareja distribuía sus productos, lo que permitió retirar los casi 500 kilos de carne procedentes de su domicilio.

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