CRIMEN CASTRO URDIALES
Carmen, 61 años, nació en Cádiz y se trasladó a Castro Urdiales hace ocho años. Un año más tarde conoció a Jesús, un director de sucursal, divorciado y con hijos. Los que conocieron a la víctima, lo definen como una persona tranquila, social y amigo de los suyos.
Por su parte, Carmen, de 61 años y también divorciada, contaba con dos antecedentes policiales por estafa. Le encantaba participar en las Casa de Andalucía, donde sus compañeras la veían bastante involucrada. Además, su proactividad y acercamiento hacia el resto de personas le llevaron a dar clases de flamenco en una pequeña escuela de baile de la localidad cántabra.
Los vecinos definen como "pareja poco unida" la relación entre Carmen y Jesús. Él, frecuentaba los bares del municipio, era conocido para muchos de sus vecinos. Los lunes solía acudir a comer al restaurante La Florida, nos relata Richard, dueño del local. Después, solía ir con sus amigos a jugar al mus al bar Niza, nos comenta Íñigo, dueño del establecimiento. Ella también llamaba la atención de sus vecinos. Ambos residían a la entrada del pueblo.
Mientras el pueblo aún vuelve a la normalidad, la policía investiga por qué la detenida pudo cometer un crimen de tal magnitud.