LA VÍCTIMA INGRESÓ EN EL HOSPITAL
La Policía ha detenido a la acompañante del hombre acusado de haber rociado con ácido a su expareja este martes en La Laguna (Tenerife). Al parecer, la mujer supuestamente es su actual pareja.
El ciudadano italiano que presuntamente arrojó el ácido a su expareja fue detenido cuando se encontraba en el aeropuerto del sur de la isla, presumiblemente intentando huir, según ha confirmado la delegada del Gobierno, Elena Máñez.
La Delegación del Gobierno en Canarias ha celebrado el acto con el que conmemora el Día Internacional contra la Violencia Machista, recuerda a sus víctimas y reconoce el trabajo de aquellas personas, entidades o colectivos que se han distinguido en el último año por sus esfuerzos contra este tipo de delitos contra la mujer.
Máñez ha alegado al término de ese acto que, hasta que terminen las diligencias policiales, puede hacer pocas declaraciones sobre la agresión que sufrió el martes por la noche María Candelaria, una vecina de La Laguna (Tenerife) a la que arrojaron ácido a la cara cuando iba caminando por la calle camino de su casa.
Sin embargo, ha resaltado que "lo importante" es que el presunto agresor ha sido identificado y detenido y que la agredida se encuentra "mejor", tras la atención médica que ha recibido en el Hospital Universitario de Canarias. La delegada sí ha confirmado que este ciudadano italiano fue arrestado ayer, miércoles, en el aeropuerto de Tenerife Sur, cuando presumiblemente intentaba huir de la isla. Según el testimonio prestado por dos policías locales de La Laguna en las diligencias abiertas a raíz del ataque que sufrió María Candelaria, su expareja, Mateo E.A, fue visto la noche anterior a la agresión merodeando cerca de su vivienda.
Esos agentes de la Policía Local acudieron al lugar a requerimiento de un vecino, quien receló de que Mateo E.A. y la persona que le acompañaba en ese momento, una mujer, fueran encapuchados y temió que pudieran estar preparando un robo. Cuando los agentes les pidieron que se identificaran, Mateo E.A. y su acompañante dijeron que eran turistas italianos que habían llegado dos días antes a Tenerife de vacaciones y que en ese momento estaban jugando a cazar "Pokemon" con sus teléfonos móviles. Los policías comprobaron en ese momento que no había ningún requerimiento contra ellos, por lo que les permitieron irse.