Coronavirus
Una pareja alquiló un piso turístico para celebrar una fiesta ilegal con 20 personas, en contra de las restricciones del coronavirus en Galicia. Ahora se exponen a acciones legales y a una multa de 700 euros.
Una fiesta ilegal de unas 20 personas celebrada en una vivienda turística de cuatro plantas en el centro de Santiago de Compostela acaba con destrozos que la dueña cuantifica en "unos 5.000 euros", tras quedar destruidos un sofá, o varias camas y colchones. Además, los inquilinos sustrajeron un televisor y un rúter, dejaron el apartamento lleno de basura y con un reguero de sangre por varias estancias.
Los hechos ocurrieron la noche del pasado viernes, 23 de abril. A las 22:50, diez minutos antes del toque de queda, a la propietaria le entró una reserva a través de una conocida plataforma. Según los datos que facilitaron, se trataba de una pareja del ayuntamiento de Teo, vecino a Santiago. La propietaria en ningún momento vio a los individuos, ya que accedieron al apartamento tras recoger la llave mediante un código.
De una pareja a una fiesta con 20 participantes
Pero la realidad ha resultado ser muy distinta, ya que la supuesta pareja se convirtió en una gran fiesta con "unos 20 participantes", según asegura la dueña del inmueble, Inés Boyero, tras hablar con la vecina que le dio la voz de alarma el sábado por la mañana y tras comprobar el gran número de botellas de bebidas alcohólicas de mucha graduación que se encontraban en su propiedad.
Pudo comprobar, además, que el sofá cama del salón, otros tres colchones y dos camas, y una lámpara estaban destrozadas. Es probable que "la ruptura de la lámpara de cristal haya podido estar en el origen del reguero de sangre que se puede ver por las escaleras y por varias estancias de la casa", afirma la propietaria a Antena 3 Galicia. Asimismo, ha constatado la desaparición de un televisor que tenía en el salón y de un rúter.
Proceso penal y munlta de 700 euros
A lo largo del día, agentes de la Policía Nacional y de la Policía Local de Santiago se han personado en el lugar de los hechos para conocer todos los datos de lo ocurrido, y ya ha trasladado a Inés que habían localizado a la persona que había realizado la reserva, un paso previo para intentar localizar a los participantes de la fiesta.
Los inquilinos se exponen a un proceso penal por destrozos, pero también a una multa de 700 euros por exceso de ruido que incluso hizo que la Policía tuviese que acudir al lugar de madrugada. Pero, además, los individuos se exponen a sanciones por incumplir las normas sanitarias anticovid ya que, en Galiciasolo está permitida la reunión de hasta cuatro personas no convivientes en el interior de las viviendas.