EN LANZAROTE
Catherine Hincapie lleva 16 años trabajando como ayudante de camarera en un hotel de Lanzarote. El pasado 23 de agosto, fue un día de mucho trabajó y no le dio tiempo a cenar, por lo que decidió llevarse a su casa la carne en salsa que había en la cocina.
Metió varios trozos en una táper, salió del hotel y, justo en la puerta, un vigilante de seguridad le registró el bolso y encontró la carne.
El pasado 18 de octubre, Catherine fue despedida. "Esta claro que me tenía que caer algo pero un despido lo veo muy excesivo. Creo que no era para eso. También pienso que estaban buscando un motivo para sacarme", considera la camarera .
Los responsables del establecimiento hotelero aseguran que la comida estaba en el frigorífico y que no formaba parte del menú del día de los trabajadores, por tanto la trabajadora accedió a la zona sin permiso. El hotel considera justo el despido, sin embargo los sindicatos lo califican de arbitrario y aseguran que la medida es desproporcionada.
Este jueves, las kellys se concentrarán a las puertas del hotel. Quieren que Catherine sea readmitida.