Coronavirus
El coronavirus sigue atacando a la población de todo el planeta y a la misma velocidad los científicos tratan de detenerlo. Para conseguirlo hay que conocerlo y saber cómo actúa. Al margen de la búsqueda de la vacuna -que cada vez parece más cercana- se van encontrando secuelas del Covid-19 en los pacientes hasta ahora desconocidas.
Un estudio británico habla de delirios y psicosis
Se ha tratado como un virus respiratorio pero rápidamente muchos especialistas se dieron cuenta de que no sólo afectaba a las vías respiratorias y de que la neumonía por Covid-19 no era igual a las demás.
Un estudio de investigadores británicos ha publicado en la revista 'Brain' los efectos en el cerebro del coronavirus. Durante el pico de la pandemia en el mes de marzo crearon una unidad destinada a detectar y estudiar los casos que cursaban con problemas neurológicos.
Los médicos se fijaron en la evolución de 43 pacientes y el resultado muestra distintas secuelas: encefalopatías con delirios y psicosis, procesos inflamatorios en el sistema nervioso central, ictus, trastornos neurológicos y otras afecciones sin clasificar.
De momento no han probado que los efectos neurológicos estén relacionados con la gravedad del estado del paciente.
El estudio del Hospital de Santiago habla de cansancio, ganas de llorar o alopecia
También en el Hospital de Santiago de Composte han comprobado que no solamente se resienten los que han estado en críticos y que también les sucede a los que han tenido un ingreso en planta que no ha necesitado derivación a la UCI.
Constatan que muchos pacientes aún no se han recuperado totalmente de los efectos del Covid-19 y presentan distintas secuelas:
-Se siguen sintiendo muy cansados
-Presentan tos
-Tienen trastornos del sueño
-Han perdido peso y masa muscular,
-Tienen ganas de llorar
-Algunos muestran alopecia.
Las unidades postcovid están registrando cada una de las consecuencias de este coronavirus desconocido del que poco a poco se averigüan nuevas características.
Chus Domínguez Santalla, médico internista en el Complejo Hospitalario Universitario de Santiago y especialista en enfermedades infecciosas asegura que "no están al cien por cien. No todos. Pero digamos que un 40 por ciento".
Asegura que los que han pasado por la UCI normalmente presentan amiatrofia y los que lo han pasado peor caminan además con mucha dificultad y precisan que se les eche una mano para la realización de tareas.