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Arqueología

Descubren en Carmona, Sevilla, un tesoro de perfume y ámbar en un antiguo ajuar funerario del Imperio Romano del siglo I

La operación arqueológica coordinada por el Catedrático en Química Juan Manuel Román consiguió que supiéremos el olor del perfume en el Imperio Romano: El pachuli.

Ajuar funerario de una tumba romana en CarmonaEuropapress

Todavía le quedaban más secretos por contar a la tumba romana del siglo I encontrada en Carmona, Sevilla. La misma tumba que reveló el olor a pachulí que impregnaba al Imperio, ha servido para "identificar y calificar" un perfume que supera los 2000 años de antigüedad y que albergaba tres piedras preciosas. Estas joyas, seguramente, pertenecieron a la mujer enterrada en el mausoleo familiar en el que se están llevando a cabo las excavaciones por parte de Juan Manuel Román, arqueólogo municipal del Ayuntamiento de Carmona. La hipótesis más probable es que las piedras formasen parte de uno de los collares de la mujer.

Una vez más, la química orgánica junto con la tecnología de análisis más puntera, han conseguido esclarecer los datos y arrojar información útil a los historiadores y conservadores acerca de los rituales funerarios de la Antigua Roma .

El equipo de investigación de la UCO, se enfrentaba a un gran reto, demostrar que las joyas estaban formadas por ámbar y, a su vez, que esta resina procedía del Mar Báltico. La revista 'Vibrational Spectroscopy' narra como consiguieron demostrar ambos puntos con el uso de de la espectroscopia infrarroja. La metodología a la hora de utilizar esta herramienta lleva en conocimiento desde principios de los años 90. Sin embargo, el problema real llega cuando, en el caso del ámbar, tienes que llevar a cabo una comparación precisa de los otros especímenes para cerciorar la identificación exacta.

La alta estima en la que tenían las civilizaciones al ámbar también podía verse en Roma. Esta piedra semipreciosa, fruto de la fosilización de resina y, generalmente, insectos, contó con su propia ruta comercial que data desde la Prehistoria y que, posteriormente, fue mejorada por los romanos.

Son muchos los factores que influyen en la admiración que el ámbar genera, entre ellos encontramos las propiedades mágicas y curativas que los humanos le otorgamos desde hace siglos. Esto lo podemos ver reflejado en su alta presencia en los ritos funerarios, siendo una de las joyas más comunes de encontrar en tumbas.