Madrid
Los vecinos de Pedrezuela llevan más de dos meses conviviendo con ratas gigantes. El Ayuntamiento asegura que está utilizando diversas alternativas para conseguir acabar con la plaga.
Los vecinos de Pedrezuela, en Madrid, no dan crédito a los nuevos animales que se han asentado en el municipio: unas ratas gigantes. Dicen "no ser unas ratas normales" por su gran tamaño y, aunque el Ayuntamiento lleva meses trabajando en su erradicación, no consiguen echarlas del pueblo.
Una plaga de ratas gigantes invadió el municipio madrileño de Pedrezuela hace dos meses. Los roedores se han instalado en los puntos de recogida de basuras del pueblo y, de momento, las autoridades no han conseguido dar con la solución adecuada para ahuyentarlas. La concejal de medioambiente de Pedrezuela, Ana Romero, asegura que están trabajando con una empresa experta para erradicar este tipo de roedores pero advierte que no es fácil terminar con ellos definitivamente porque son "unos animales que se reproducen bastante rápido".
No encuentran la solución para echar a las ratas del municipio
Además de trabajar con los expertos, el Ayuntamiento está probando con otro tipo de medidas. Por ejemplo, han empezado a hacer un tratamiento agresivo en los puntos de recogida de basura, que consiste en el cambio de los contenedores de lugar e incluso en hormigonar las paredes donde se encontraban los antiguos puntos limpios para evitar que los animales sigan saliendo.
Los vecinos insisten en que no se trata de ratas comunes pero los expertos apuntan a que "sí son ratas de alcantarilla normales". Lo sean o no, lo que es seguro es que son más grandes de lo normal, ya que alcanzan casi el tamaño de un conejo, tal y como una mujer del municipio grabó con su teléfono. Además, aunque normalmente estos animales huyen de la presencia del ser humano, hay algunas que han llegado a colarse en las viviendas e incluso a "atacar" a algún habitante.
Se cree que esta plaga tiene el foco en la gran cantidad de ruinas y solares antiguos de Pedraza. Por eso, el Ayuntamiento obligará a los propietarios de estas a deshacerse de ellos o acondicionarlos para evitar que las ratas continúen cavando sus madrigueras.