TRAFICABAN CON LOS EXÁMENES TEÓRICOS
Los tres detenidos, de nacionalidad española y de edades comprendidas entre los 36 y 63 años, eran familiares que regentaban varias autoescuelas en las localidades de Tortosa, Roquetes y Amposta, en Tarragona.
Los detenidos contaban con la ayuda de dos funcionarios de la Dirección General de Tráfico que antes de hacerse los exámenes les facilitaban los cuestionarios para obtener el carné de conducir, que luego distribuían entre sus alumnos, principalmente ciudadanos chinos que muchas veces no hablaban catalán ni castellano.
La investigación se inició ante el alto índice de aprobados de estas personas que no entendían ninguno de los dos idiomas, y los agentes comprobaron que durante la celebración de las pruebas los dos funcionarios que vigilaban el examen sentaban a todos los alumnos de origen chino en la misma fila para que tuvieran el mismo examen.
Ante el alto nivel de vida de los detenidos, la Unidad Central de Blanqueo comprobó que por esta actividad ilícita obtenían un alto rendimiento económico que les permitía realizar inversiones y comprar bienes muebles e inmuebles, por valor de más de tres millones de euros, para introducir en el circuito económico sus beneficios.