Mediante buzos y motos de agua arrastraban los fardos de hachís hasta la costa
El cargamento, procedente de Marruecos, era fondeado y anclado por los proveedores de la droga a unos veinte metros de profundidad en unas coordenadas previamente acordadas.
Marcaban el punto con una boya y un buceador, provisto de un equipo de respiración autónoma, que se sumergía y amarraba con un cabo el cargamento a una moto acuática para llevarla hasta las proximidades de la orilla. Este peculiar método era conocido por ellos como 'El Infalible'.
La operación se ha saldado con la detención de ocho personas y la incautación de más de 1.150 kilos de estupefacientes de los que 700 fueron recuperados del fondo del mar.