Castellón
Los técnicos municipales desalojan un bloque de viviendas en Castellón por el mal estado del edificio y las grietas que amenazaban con colapsarlo.
Varias familias han tenido que ser desalojas de sus casas ante el riesgo inminente de derrumbe. Caen cascadas de agua dentro de los pisos. La lluvia se cuela incluso entre las paredes. Los vecinos llevan tiempo alertando del mal estado del edificio, denuncian que la situación ha sido así durante años y ahora, con las lluvias torrenciales, se ha agravado aún más.
Ocho familias están desesperadas. Los técnicos municipales han comprobado el estado del bloque de viviendas y se han quedado perplejos ante las peligrosas condiciones del edificio y han ordenado el desalojo inmediato de los 39 vecinos. El riesgo de colapso es inminente. Los vecinos ya no pueden vivir allí. Rápidamente, en tan solo cinco horas han tenido que coger las pertenencias y abandonar sus casas. Algunos no han podido contener las lágrimas. "Me he quedado en la calle, con cuatro niños", comenta una vecina afectada.
Las familias están desesperadas. No saben qué va a pasar ni cuánto tiempo más se va a alargar esta situación. El edificio afectado está situado en el número 44 de la calle del Gobernador. Las condiciones son inhabitables: daños estructurales graves, grietas en las paredes y en techo, habitaciones llenas de agua por las filtraciones.
Finalmente el Ayuntamiento ha realojado en otros pisos, hoteles y albergues a algunos de los desalojados. Llevaban dos años reclamando al propietario reparaciones urgentes por las grietas que aparecía. De momento el edificio está cerrado y se ha vallado la zona para que no pasen peatones ante el temor a que puedan producirse desprendimientos.
Los bomberos trabajan para apuntalar el edificio, para que, de manera segura, los vecinos puedan acceder y terminar de recoger los enseres más imprescindibles. La fachada de momento no presenta daños pero, según ha explicado el portavoz del equipo de Gobierno, José Luis López, se va a acordonar la acera y uno de los carriles de la calle por seguridad.
Los vecinos de un edificio de Teruel consiguieron salir de las viviendas a tiempo, antes de que se derrumbara. Ahora, los vecinos cercanos, han ofrecido pisos, ropa para los niños con el fin de ayudar a las personas que han perdido su vivienda y a los 200 desalojados de los edificios colindantes. Una muestra de solidaridad.