LA AZOTEA DONDE ESTABAN CORRÍA RIESGO DE HUNDIRSE
El aspecto que suele presentar una fiesta universitaria o fiesta Erasmus habitualmente es de un piso lleno a rebosar, con la música a tope, botellón, tabaco y gente de todas, y por todas, partes tratando de divertirse y de entenderse.
Pero en un inmueble de la Placeta de Cuchilleros, en Granada, a los organizadores de la fiesta se les fue la cosa de las manos y metieron a 238 personas en dos pisos y luego la azotea. Todo lleno: salones, habitaciones, escaleras… No cabía nadie más. Y la fiesta acabó...cuando llegó la Policía.
Algunos vecinos cuentan que esto ocurre todos los años en ese lugar. Los agentes de la Policía Local no dieron crédito a lo que veían cuando se personaron en este edificio. Tardaron más de dos horas en desalojar la terraza y los dos pisos, porque había gente hasta debajo de las camas de los dormitorios.
Los agentes identificaron a 20 personas, supuestamente los organizadores o los vinculados a la organización de aquella reunión bañada por el alcohol y la música. Esta identificación conlleva una propuesta para sanción por haberse vulnerado la ordenanza de la Convivencia en su Capítulo II referido al ruido.
Tras estas fiestas, la resaca y la limpieza del día después no son los únicos problemas a los que se enfrentan los participantes. Suele haber multas por ruido.
Pero quienes realmente están preocupados por estas reuniones son los vecinos y los encargados del mantenimiento de los inmuebles, como agencias de pisos para estudiantes.