Sucesos
El techo colapsó y se vino abajo en apenas unos segundos. Pese a que había varias mesas llenas de clientes en el comedor, por suerte se pudo desalojar a tiempo y no hay que lamentar heridos.
El susto fue mayúsculo. En pleno turno de comidas, a mediodía de este miércoles, varios clientes disfrutaban de sus platos en el céntrico restaurante Isabella, en Ourense, cuando en cuestión de segundos parte del techo del comedor se vino abajo precipitándose sobre las mesas, la vajilla y el suelo. Las lámparas y toda la decoración acabó destrozada.
Por suerte, un comensal que ocupaba una de las mesas se dio cuenta de que estaba cayendo como un polvillo del techo y dio la voz de alarma. Enseguida se vio que se estaba abriendo una grieta en el techo y los responsables del establecimiento decidieron desalojar el restaurante.
Así, como se suele decir “con lo puesto” y algunos con los platos en la mesa, los comensales salieron a la calle. Esto fue lo que permitió evitar una desgracia que podría haber sido bastante más grave si la docena de personas que estaban en el interior no hubiesen abandonado el inmueble.
El comedor estaba vacío cuando desde fuera se escuchó un estrepitoso ruido y el techo se vino abajo. Por suerte no hay que lamentar heridos, aunque sí cuantiosos daños materiales. La Policía Local de Ourense se dirigió rápidamente a al lugar para analizar la situación, los desperfectos ocasionados y tratar de averiguar el origen del desplome.
El responsable del restaurante ha afirmado, en declaraciones a medios locales, que no parece que se haya debido a una mala instalación, sino simplemente al paso del tiempo, lo que ha provocado que la escayola del techo se desprendiese.
Eso sí, ahora toca analizar el establecimiento para comprobar qué medidas son necesarias para garantizar la seguridad futura de las instalaciones. Además de arreglar todos los desperfectos ocasionados, por lo que lo que sí es seguro es que el restaurante tendrá que permanecer cerrado durante una temporada.