Explosión Madrid
Los trabajos de derrumbe afectarán principalmente a la parte alta del edificio. A medida que avance la demolición se irá viendo si es necesario declarar la ruina de otras partes de inmueble.
El edificio de la calle General Pardiñas, en el barrio de Salamanca de Madrid, donde se produjo una fuerte explosión que provocó la muerte de dos operarios será demolido "parcialmente". La intervención se centrará principalmente en el último forjado, la zona del torreón, los áticos, la línea de la caja de escalera y en el frente de la parte colindante con la calle Ayala 78.
Demolición controlada desde arriba
Al menos, así lo ha confirmado el delegado de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de Madrid, Mariano Fuentes: "Hemos tenido una reunión los servicios técnicos con todos los vecinos informándoles. El edificio está muy dañado desde el punto de vista estructural. Se va a ordenar una ruina parcial del inmueble", ha explicado.
La labor es compleja por lo "afectado estructuralmente que se encuentra" el edificio. Por eso, según han detallado el delegado, los trabajos deben realizarse de forma controlada desde la zona más alta. Al respecto, Fuentes ha matizado que todos los departamentos del Ayuntamiento de Madrid están coordinados para intentar "agilizar al máximo" la demolición.
Riesgo de derrumbe
En este sentido, Fuentes ha detallado que "en función de cómo vayan avanzando, se irá revisando el estado del resto de la estructura". También ha añadido que se va a informar a los vecinos, que continúan sin poder acceder a sus viviendas porque existe "riesgo de derrumbe". No obstante, sí podrán recoger sus pertenencias. Para ello se habilitará un puesto de control donde se irán depositando los enseres personales recogidos de cada vivienda.
Declaración de quiebra
La vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, ha asegurado que la situación en la que se encuentra el edificio tras el estallido es "propia de una quiebra". "Entraron los técnicos de control de la edificación y ya han visto las imágenes. La situación por dentro es desastrosa, propia de una quiebra que probablemente esté a punto de declararse. No se va a poner a nadie en riesgo", ha subrayado Villacís.