Asesinato Getafe
El hombre ha aportado pruebas para acreditar que no estaba en ese lugar del crimen y ha quedado en libertad.
La Policía Nacional ha detenido esta mañana a la expareja de la mujer de 39 años que murió apuñalada este sábado en Getafe (Madrid) como presunto autor de su asesinato.
Sin embargo, según ha podido confirmar 'El Mundo', ha prestado declaración y ha negado los hechos. El hombre ha aportado pruebas para acreditar que no estaba en ese lugar del crimen a pesar de que era el principal sospechoso y los agentes le han dejado en libertad.
Según informa el citado medio, la mujer figuraba en el sistema VioGén por haber sido víctima de la violencia machista y tuvo protección policial hasta el pasado mes de abril.
Los servicios de emergencias recibieron este sábado a las 13:45 horas un aviso telefónico en el que se alertaba de que una mujer había sufrido una agresión en la avenida Arcas del Agua, en Getafe, y presentaba varías heridas de arma blanca.
Al lugar de los hechos acudió la Policía Nacional, la Policía Local y el Summa 112, cuyos sanitarios realizaron maniobras durante veinte minutos de reanimación cardiopulmonar avanzada, pero no fue posible revertir la parada y confirmaron el fallecimiento de la mujer. Tras asestarle las puñaladas mortales, el presunto asesino huyó del lugar.
Este domingo por la mañana, la alcaldesa de Getafe, Sara Hernández, ha publicado un mensaje en Twitter en el que aseguraba que la Policía le había a trasladado que han dado con el presunto criminal. "Acaban de informarme que el Cuerpo Nacional de Policía ha detenido al sospechoso del asesinato machista de ayer en plena calle de Getafe. Espero que todo el peso de la justicia aclare este terrible suceso y tome las medidas contundentes y necesarias", ha escrito.
Es un sistema policial centralizado en el Ministerio del Interior, destinado al seguimiento y protección de las mujeres víctimas de violencia de género y de sus hijos e hijas en cualquier parte del territorio nacional.
El nivel más alto de riesgo es el "extremo". Eso implica una protección permanente de la mujer por parte de las fuerzas de seguridad. Dos agentes le acompañarán en todos sus movimientos. También, si se considera necesario, se vigilan las entradas y salidas de los hijos del colegio y se intenta controlar al agresor.
Con un nivel de riesgo "alto", en los casos en los que el potencial agresor no esté localizado, se sugiere a la víctima su ingreso en un centro de acogida o, al menos, un cambio de domicilio. Los agentes realizan, en estas situaciones, controles frecuentes sobre la vivienda o su lugar de trabajo. Si su pareja o expareja está localizado, la policía realiza controles aleatorios sobre él.
Las medidas son más laxas en los casos en los que VioGén determine que el riesgo es medio o bajo, con controles aleatorios tanto sobre la víctima como sobre el posible agresor. El agente encargado de cada caso realiza también llamadas telefónicas a la víctima con cierta regularidad para conocer su situación y sus impresiones. Se intenta que sea siempre el mismo agente para aumentar el nivel de confianza de las mujeres amenazadas.