JUZGADA POR EL ASESINATO DE ASUNTA
El letrado José Luis Gutiérrez Aranguren, encargado de la defensa de Rosario Porto, acusada de matar a su hija Asunta Basterra, ha apuntado que el testimonio de su cliente, a preguntas del Ministerio Fiscal, fue "excesivamente largo para ser un interrogatorio de una de las partes".
Además de densa, para el abogado defensor fue la de esta mañana una jornada demasiado intensa para la madre de la pequeña y con momentos muy complicados, sobre todo por el instante en el que el fiscal mostró la imagen de Asunta, sin vida, y con pedazos de una cuerda naranja similar a una encontrada en la casa que Porto posee en Teo (A Coruña).
"Creo que era totalmente innecesario que le enseñasen las cuerdas y el cuerpo de la niña al lado", ha subrayado el letrado, puesto que fue una estampa que llevó a la sala de vistas a un ambiente de desesperación, visible tanto en su defendida como en el otro imputado, Alfonso Basterra, ex de Rosario Porto y padre de la víctima.
Además, este abogado ha considerado inapropiado el desbordante interés que despiertan las cuerdas, puesto que, según su opinión, el fiscal pretende con esto que las cuerdas, guardadas en el juzgado como pruebas de convicción, sean empleadas "como una pseudoprueba pericial".
"La fiscalía pretende que aquello que sus peritos no fueron capaces de determinar lo hagan los miembros del jurado", ha espetado Aranguren en referencia a las cuerdas, puesto que los peritos no han podido dilucidar si las amarras encontradas junto al cadáver proceden de las bovinas de cordel que guardaba Porto en su casa.
El objetivo de una sesión de este tipo, con todas estas circunstancias es, para el abogado Gutiérrez Aranguren, "agotar a alguien que está derrotado física y mentalmente".