Historia
En la iglesia de un municipio de Tenerife un cura ha raspado y pintado los frescos que había en las paredes de un alto nivel cultural, ahora la Hermandad ha denunciado esto y pide la expulsión del párroco.
Los Bienes de Interés Cultural de España, en muchas ocasiones se refugian en las grandes catedrales e iglesias que se asientan en el país. Muchos de estos casos, la propia edificación es declarada monumento nacional. Por otro lado, a veces se da la situación de que dentro de estos lugares de culto cristiano, hay tesoros escondidos que han permanecido a lo largo de la historia. En un municipio de Tenerife denominado El Tanque, se ha dado un caso muy polémico debido a que un cura ha destrozado unos frescos de la propia iglesia con más de 300 años de antigüedad.
Hace unos días, la Hermandad de Nuestra Señora del Buen Viaje del municipio publicó en redes sociales lo que había pasado y denunciaba que se hayan dañado dichos frescos de gran calidad histórica. "Hoy se ha comido un delito en nuestra parroquia", anunciaban así lo sucedido y señalan a Héctor Lunar como el responsable "Héctor Lunar Guevara, el Párroco de nuestro municipio es el único responsable". Lo acusan de haber seguido "sus propias normas" y haber "raspado y pintado los laterales del presbiterio de la parroquia Matriz e San Antonio de Padua" que han sido declarados como Bien de Interés Cultural. Alegan que estas paredes están protegidas con una pintura especial porque estaban pendientes de restauración. "Lo ha hecho sin conocimiento de la riqueza artística que hay detrás de la pintura blanca, sin permiso del patrimonio, algo que es obligatorio, ni tampoco del Ayuntamiento".
La Hermandad señala que algunas de las imágenes no se han protegido y que "son más antiguas que la parroquia, que data del siglo XVIII": "lo que demuestra su falta de respeto y absoluta ignorancia hacia nuestra historia, nuestra cultura y nuestra riqueza patrimonial" y señalan que "lo ha hecho sin escrúpulos". Por ende, piden la expulsión inmediata de Héctor Lunar Guebara.
En un mensaje posterior al anuncio de lo que había sucedido, la Hermandad explicó por qué son de tan gran importancia los frescos que el cura había dañado. "Antes de la erupción volcánica de Trevejo en 1706, la zona de lo que ahora conocemos como el Casco Histórico, contaba con una pequeña ermita dedicada a San Antonio de Padua (en el siglo XVI). Ese lugar fue destruido por el volcán y los pocos vecinos y vecinas que se habían asentado en la zona, construyeron la actual parroquia con sus manos y pocos recursos que tenían", declaran.
Hace unos años, concretamente en 1999 y 2007 esta parroquia llevó a cabo una serie de restauraciones y en el trascurso de ellas se descubrieron unas pinturas en las paredes, las ahora dañadas por el cura Héctor Lunar Guevara. "Solo se pudo restaurar una franja sobre la puerta de la sacristía, ya que la restauración completa requiere de una gran inversión económica y consentimiento patrimonial", declaran. Sin embargo, esas pinturas están debajo de la capa blanca de ahora.
En este caso, y debido al valor cultural e histórico de esos frescos, no se puede pintar con cualquier cosa encima de éstos, y tampoco usar la espátula. "Lo único que se puede hacer es pintar sobre esa capa que protege los frescos o, si fuese necesario, cubrirlas con una pintura específica para ello, nunca se debe usar la espátula, porque la técnica utilizada en estas pinturas está hecha directamente sobre el mortero fresco y si se usa la espátula, se arrancaría el mortero original donde se pintó hace siglos", manifiestan desde la Hermandad, intentando explicar la importancia de estas pinturas antiguas.
Señalan, además, que la pintura que el cura ha usado no es la indicada y que por tanto daña los frescos que informan que tienen unos 400 años de historia y que "probablemente" no podrán recuperar.
El comunicado de la Hermandad del municipio ha manifestado que no es el primer problema que tienen con este cura y que llevan "casi dos años sufriendo faltas de respeto por parte de este señor": "nunca nos hemos querido pronunciar públicamente porque esperábamos que el Sr. Obispo hiciera caso a las peticiones que le hemos hecho llegar por carta o a través de otras personas, pero ya es hora de que todo el mundo sepa cómo es en realidad Don Héctor", sentencia. Lo acusan de "hacer y deshacer" a su antojo y defenderse en "porque yo soy el párroco".
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