Aborto
El párroco ha rechazado el derecho al aborto y lo ha comparado con el "nazismo radical".
Francisco José Sevilla Calixto es el cura de la parroquia de San Juan Pablo II de Albacete y en las últimas horas su nombre ha trascendido por comparar el aborto con el "nazismo más radical". A través de Facebook el religioso ha compartido una publicación de contenido "provida" para criticar a los que consideran que el aborto es un "derecho".
"¿Aún piensas que el aborto puede ser un 'derecho'?, ¿aún piensas que el aborto es 'salud reproductiva'?, ¿aún piensas que el aborto es una 'ley de progreso'?. ¿No es más bien algo propio del más radicalnazismo que fomenta un genocidio?", se ha preguntado el párroco.
Tras el revuelo que han generado sus declaraciones la portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha y consejera de Igualdad, Blanca Fernández, le ha pedido "carisma cristiana y empatía con las mujeres que decidan abortar" porque "solo así será más fácil convivir y no ahondar en el daño que muchas mujeres tienen".
Sin embargo, no es la primera vez que el cura habla sobre este asunto. Ya lo hizo en mayo del año pasado cuando aseguró que "lo más parecido a un nazi" en el siglo XXI es "quien apoye hoy a cualquier partido político que defienda el más mínimo atisbo relacionado con la defensa del aborto".
Al respecto, el párroco dejó muy claro que "quien es capaz de permitir o justificar el asesinato del más inocente, por la razón que sea, es capaz de todo". "Por mucho que lo digan las más altas instancias del NOM o la Agenda2030...¿Cómo puede ser un derecho humano un acto que elimina una vida humana?", finalizó.
Críticas al matrimonio sexual
No solo sobre la interrupción del embarazo ha dado su opinión. En agosto del año pasado el cura también cargó contra el matrimonio homosexual. "Llevamos años en los que se está minando la masculinidad, el papel del varón y la paternidad. Muchos jóvenes están creciendo con una desorientación de identidad que es el caldo de cultivo para la imposición de la ideología de género".
Un mes antes, en julio, hizo lo mismo el colectivo LGTBIQ+, al que acusó de "promiscuidad sexual".