Carabela portuguesa
La picadura de la carabela portuguesa puede resultar letal para niños o personas mayores con una salud debilitada.
Se acabó la calma en los arenales españoles. Las primeras carabelas portuguesas de esta temporada ya se han dejado ver y sentir en nuestro país. El pasado domingo a las 10:00 horas de la mañana se notificó la primera picadura de esta medusa en la isla de Santa Clara, en Donostia.
Como marca el procedimiento habitual desde que se informó de la picadura se izó la bandera amarilla y se procedió a inspeccionar por la bahía de La Concha. Como no se vio peligro alguno alrededor de las 16:30 se recuperó la bandera verde en las playas de Ondarreta y La Concha.
Aunque por el momento son ejemplares aislados los que se han avistado se estima que llegarán más. Por ahora, además de en Gipuzkoa, se han dejado ver en Cantabria, Galicia, Costa Brava y Andalucía.
La también llamada 'falsa medusa' pertenece a la familia de los cnidarios que se siente cómoda en mar abierto con aguas cálidas.
Los cnidarios, sin ser en colonia, aparecen sobre todo cuando se dan situaciones de sucesivas borrascas que arrastran masas de aire oceánicas hacia la costa. La picadura de la carabela portuguesa no solo es molesta sino que puede ser muy peligrosa para personas con un estado de salud debilitado, especialmente niños y mayores, llegando incluso a resultar mortal.
Se caracterizan por tener una bolsa flotante llena de gas, llamada neumatóforo, que se encuentra en la superficie del agua. Puede medir entre 15 y 30 centímetros y por el viento y las corrientes alcanza una velocidad de hasta 20 metros por segundo.
La picadura es la forma que esta especie acuática tiene de defenderse cuando se siente amenazada. A lo largo de sus tentáculos se encuentran más de un millón de elementos urticantes que son los que provocan las reacciones alérgicas.
Los síntomas más habituales son escozor y picor, pero también puede provocar fuertes dolores, vómitos y fiebre, náuseas e incluso resultar mortal.
Es importante advertir que incluso cuando la 'falsa medusa' ha sido arrojada a la arena su veneno sigue activo por lo que es fundamental no tocarla nunca.
El primer paso es retirar de nuestra piel los restos de tentáculos que podamos tener
Si es posible es recomendable lavar la zona con alcohol o agua salada, pero nunca usar agua dulce porque entonces la sensación de escozor se incrementará. El agua mejor caliente que fría y aplicar una crema con cortisona.
Que la carabela portuguesa sea una constante los últimos veranos responde al cambio climático, las borrascas y el descenso de las tortugas marinas.
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