Inmigración Canarias
Al menos ocho personas han muerto después de que una patera con una treintena de migrantes volcara cuando estaba a punto de llegar al puerto de Órzola, en Lanzarote.
Algunos vecinos se lanzaron al mar a socorrerlos ante la situación agónica. Los equipos de emergencia se unieron al rescate; uno a uno consiguen poner a salvo a 28 hombres. Pero el sueño de llegar a España de ocho de ellos ha quedado truncado por unas rocas que se interpusieron en su camino a escasos metros de tocar tierra. Los fallecidos son hombres magrebíes de entre 20 y 30 años.
Muchos de ellos no sabían nadar y la tragedia podía haber sido mayor si no hubieran estado cerca un equipo de rescatadores que habían acompañado a otra patera que había llegado antes a La Graciosa.
La patera se hundió casi en el mismo muelle de Órzola, tras chocar contra una escollera cuando enfilaba los últimos metros a tierra. Se sigue buscando en toda la franja de costa próxima a ese punto, con apoyo de un helicóptero de Salvamento Marítimo que ilumina desde el aire el lugar del accidente.
Algunos de los náufragos han relatado a los equipos de emergencia que a bordo de la barquilla también había mujeres y menores. Por el momento, entre los supervivientes y fallecidos solo hay hombres.
El suceso ha coincidido con la presencia de varios equipos de Cruz Roja y la sociedad de emergencias Emerlán desplegados en el puerto, que estaban esperando al barco que trasladaba a Lanzarote a los 28 inmigrantes que habían llegado horas antes a La Graciosa.
Se hundían en la misma orilla
Esa circunstancia ha hecho que el rescate se pudiera organizar con la mayor rapidez, porque los accidentados se hundían en la misma orilla, mientras varios vecinos de Órzola se lanzaban al mar a socorrerlos. Las labores de búsqueda continuaron durante la noche y se han intensificado al amanecer, ya con luz natural.