LAS CONDICIONES METEOROLÓGICAS ERAN MUY ADVERSAS
Cuatro hombres de nacionalidad polaca han muerto al accidentarse dos avionetas junto al Aeropuerto de Asturias, una de las cuales se ha estrellado dentro del recinto aeroportuario, mientras que la otra ha caído en un monte cercano.
Cada avioneta iba ocupada por dos personas y formaba parte de una excursión que había partido a las 12.30 horas de San Sebastián en dirección a Vilar da Luz (Portugal), en la que iba una tercera aeronave con otros dos viajeros que ha aterrizado en el aeropuerto de Santander.
La primera avioneta ha caído en el aparcamiento de aviones del aeropuerto, en concreto sobre una plataforma en las inmediaciones del parque de bomberos, donde se ha confirmado el fallecimiento de los dos ocupantes, y la otra en el monte de Bayas, una zona llena de eucaliptos en el concejo asturiano de Castrillón, en el que se encuentra la terminal aérea.
Los pilotos de las avionetas siniestradas se habían puesto en contacto con la torre de control del aeropuerto antes de estrellarse. El director del aeropuerto, Juan Carlos Sanmartín, ha concretado que una de las avionetas ha chocado contra el denominado edificio de Aulas, que estaba vacío en ese momento.
Participaban en un rally
Las primeras hipótesis que se barajan sobre el accidente apuntan a que las aeronaves podrían estar participando en un rally deportivo, según ha apuntado el delegado del Gobierno en Asturias, Antonio Trevín. "Suele ser habitual en la aviación deportiva este tipo de rallys que, más que un aspecto competitivo, tiene un carácter más deportivo y de ocio", ha explicado Trevín.
En el avión que se estrelló en la pista del aeropuerto viajaban J.M.Z., de 49 años, y J.O., de 54, mientras que en la otra aeronave, que se precipitó sobre un monte cercano al aeródromo, viajaban S.M.K., 52, y J.P.S., de 39.
Trevín ha indicado que en el operativo de emergencia han participado medio centenar de personas, al que se han sumado otro grupo de hasta 63 agentes de la Guardia Civil. Asimismo ha destacado que los dos accidentes se investigan por separado ya que en principio no se parte de la hipótesis de que haya habido ningún impacto entre las dos aeronaves, aunque hay que esperar al informe definitivo.
Se ha constatado que antes de que los dos aviones se estrellaran sus ocupantes se comunicaron con la Torre de Control para pedir permiso para aterrizar, aunque no se conoce el contenido de las conversaciones al estar sujetas a la investigación, cuyos resultados tardarán quince días en saberse.
La expedición procedía del aeropuerto de San Sebastián, donde había llegado el pasado día 4 desde los aeródromos franceses de Saint Yan/Chorolas Burgogne y Moulins/Montdeungnxl, y de ella formaba parte una tercera aeronave.
Cuando se encontraban volando entre Santander y Asturias, los ocupantes de una de ellas solicitaron las condiciones meteorológicas y decidieron regresar a la capital cántabra, tras comunicarlo a los de las otras dos avionetas, que determinaron no obstante continuar el viaje. De estas informaciones se traduce que se trata de avionetas perfectamente equipadas y que viajaban a la altura adecuada, informa la Delegación del Gobierno en Asturias.
Las tres avionetas tenían como destino la localidad de Vila da Luz, en Portugal, aunque no descartaban la posibilidad de aterrizar finalmente en Oporto en función de las condiciones meteorológicas. Según fuentes aeroportuarias, en el momento del accidente las condiciones meteorológicas de la zona presentaban lluvia abundante y niebla.
La torre de control del aeropuerto ha sido la que ha dado la voz de alarma al 112-Asturias a las 14.08 horas y la Guardia Civil ha comunicado a las 15.09 horas que había localizado la segunda avioneta implicada.
El rastreo, en el que han participado Bomberos de Asturias y Guardia Civil, ha terminado a las 16.42 horas cuando ha sido encontrado el cuarto cadáver, con lo que se ha confirmado el fallecimiento de los dos ocupantes de la segunda avioneta.
Los cadáveres de la avioneta siniestrada en el monte han tenido que ser rescatados con la ayuda de la grúa del helicóptero del equipo de los bomberos y han sido trasladados por orden judicial al aeropuerto.
Tras el accidente han sido revisadas las pistas y las instalaciones han quedado plenamente operativas. Mientras, la Guardia Civil ha procedido a recoger los restos de las avionetas siniestradas, una Cessna Skyline 182 T y una Cirrus SR-22, para investigar las causas del accidente.
El dispositivo de emergencia se ha cerrado a las cuatro y cuarto, cuando ya ha vuelto a funcionar con normalidad el aeropuerto, tiempo durante el cual se ha producido el retraso del aterrizaje de un avión procedente de Barcelona y el desvío de otro que venía de Madrid que tuvo que ir a Santander.
La Comisión de Investigación de Accidentes Aéreos, dependiente del Ministerio de Fomento, ha enviado a un equipo de cinco personas a Asturias para investigar el accidente, que emitirá antes de dos semanas la primera información preliminar.