HAY QUE APRENDER A ABURRIRSE
Este fin de semana se prevé que haya ocho millones y medio de desplazamientos por carretera. En el interior de los coches la banda sonora del viaje del inicio de las vacaciones será el llanto de los más pequeños y la eterna pregunta, "¿Cuándo llegamos?".
A diferencia los viajes de hace unos años, ahora muchos niños llevan tabletas con películas y juegos, pero estos pasatiempos no logran mantener la atención de los más pequeños durante muchos kilómetros. Es entonces cuando los padres recurren a los viejos juegos de cuando ellos eran pequeños. El juego de las adivinanzas es uno de los más utilizados.
Los psicólogos recomiendan alternar momentos de visionado de una película con otros en los que participe toda la familia. Para los expertos el problema radica en que a los niños de ahora nos les dejamos aburrirse, y antes de llegar a esa situación les ofrecemos una cosa detrás de otra, con lo que no les enseñamos a afrontar el aburrimiento.