Coronavirus
Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y técnicos de la Asociación Mesura han elaborado una guía que da las pautas sobre cómo debe ser la ventilación en las aulas para reducir el riesgo de contagio por el coronavirus que aconseja 5-6 renovaciones de aire por hora, siguiendo así las recomendaciones de la Universidad de Harvard. El documento incluye consejos para que la ventilación y la purificación del aire sea eficaz según el volumen de la sala, el número y la edad de los ocupantes, la actividad realizada y la incidencia de casos en la región.
"La ventilación es la renovación de aire, es decir, sustitución del aire interior potencialmente contaminado, con aire exterior libre de virus. Y la purificación del aire consiste en la eliminación de las partículas en suspensión, susceptibles de contener virus", señaló la investigadora María Cruz Minguillón, quie ha elaborado la guía junto al investigador Xavier Querol, ambos del Idaea-CSIC, con la colaboración de José Manuel Felisi y Tomás Garrido, de la Asociación Mesura.
Los investigadores indican en la guía que la reducción de riesgo de contagio se consigue con la disminución de la emisión y la exposición a las partículas en suspensión, también denominadas aerosoles, susceptibles de contener virus y que se pueden acumular. La exposición a este aire puede derivar en infecciones.
La emisión se puede reducir de varios modos: la disminución del número de personas en el aula; el silencio, o el volumen de habla bajo. En cuanto a la exposición se puede reducir mediante: uso de mascarilla bien ajustada; reducción del tiempo de exposición; aumento de la distancia entre personas, y la ventilación o purificación del aire para eliminar o reducir la concentración de virus en el aire. Los expertos aconsejan que las actividades en exterior son siempre preferibles al interior.
En caso que la actividad tenga que ser de esta última forma, es favorable optar por aulas con ventilación natural o cruzada (ventanas y puertas en lados opuestos). Se propone la utilización de equipos extractores o impulsores individuales si la ventilación natural no es suficiente.
En caso de disponer de sistemas centralizados de ventilación, la tasa de aire exterior se debe incrementar. Si no se puede recurrir a ninguna de estas medidas de ventilación, se debe purificar el aire con equipos provistos de filtros HEPA. Los investigadores afirman que la combinación de estas opciones es lo más adecuado. La guía es aplicable a otros espacios interiores como oficinas u otros edificios de uso público.
Estas recomendaciones no sustituyen al uso de mascarillas, el mantenimiento de la distancia de seguridad y las medidas de higiene, que son de necesaria aplicación. Los investigadores advierten, no obstante, que el "el riesgo de contagio cero no existe".