Cría en cautividad
Desde el Acuario de la Costa del Sol este nacimiento se considera un gran logro de su programa de cría en cautividad de esta especie altamente protegida.
La pequeña nutria de dos meses y medio aún no tiene nombre, ni se sabe todavía si es macho o hembra, pero ya es el centro de atención en el acuario malagueño de Benalmádena, donde crecerá junto a sus padres Leo y Kira. Son ejemplares de nutria asiática de garra corta, una especie que está protegida por la UICN, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
El padre de la criatura, Leo, se incorporó a la familia del acuario hace menos de un año para que Kira no estuviera sola. Por suerte, la pareja congenió desde el principio y no tardaron en traer descendencia. "El hecho de lograr un nacimiento en cautividad es de suma importancia, fortaleciendo así la longevidad y la protección de una especie que está amenazada y que cuenta con el apoyo de varias entidades de peso a nivel internacional", aseguran desde Sea Life Benalmádena.
Los expertos aún no han podido examinar al recién llegado, pero confirman que se encuentra en buen estado y se muestra cada vez más activa. "Hasta ahora, Kira y Leo están tan centrados en el cuidado y protección de su bebé, que el equipo de acuaristas, respetando como siempre el comportamiento natural de nuestras especies, todavía no ha podido después de dos meses desde su nacimiento acercarse lo suficiente para poder comprobar si tenemos una hembra o un macho en la familia", explican desde el acuario.
"Es para la familia de Sea Life Benalmádena una auténtica satisfacción y alegría ver que el programa de cría va dando resultados y se ha desarrollado de forma adecuada. Estamos muy contentos y esperemos que pronto este nuevo miembro de nuestro acuario forme parte de todos en la Costa del Sol", asegura María Morondo, directora de marketing de Sea Life.
Los acuaristas de Sea Life Benalmádena explican a Antena 3 Noticias que "la nutria asiática de garra corta cuenta normalmente con una longitud corporal total de 85 centímetros, es la especie de nutria más pequeña del mundo. Vive en hábitats fluviales, de agua dulce, humedales y manglares. Se alimenta de moluscos, cangrejos y otros pequeños animales acuáticos". Normalmente vive en parejas, como Leo y Kira, pero también "se han observado en muchos ecosistemas grupos familiares de hasta 12 individuos".
Esta especie cuenta con un gran nivel de protección a nivel internacional. De hecho, desde el acuario malagueño detallan que "está catalogada como Vulnerable en la Lista Roja de la UICN, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, y está amenazada por la pérdida de hábitat, la contaminación y, en algunas áreas, también por la caza. Desde agosto de 2019, está incluido en el Apéndice I de la CITES, fortaleciendo así su protección en lo que respecta al comercio internacional".