Coronavirus
¿Quién podía imaginar mientras creaba, diseñaba, fabricaba y montaba una falla que su destino no seria arder ante la emoción del público? ¿quién podía imaginar que la realidad iba a cambiar porque en el otro extremo del planeta el consumo supuestamente de un murciélago iba a generar el origen de un nuevo coronavirus?
Y este giro de argumento en las Fallas 2020 lleva a que la falla municipal de la plaza del Ayuntamiento de Valencia, una de las más llamativas de la ciudad, una de las más visitadas año tras año, arda 'a puerta cerrada' sin lágrimas ni suspiros del público debido al coronavirus. Para garantizar que no haya testigos, no se anunciará la fecha de la 'cremá'. Sólo se sabe que se hará antes del día 19 sin anuncio previo.
Ya en las últimas horas había sufrido un llamativo cambio y aparecía con una gigantesca mascarilla en el rostro como símbolo de la crisis del coronavirus a la que se enfrenta la sociedad.
El Ayuntamiento atiende así el deseo de los artistas falleros que la han creado junto al artista urbano Escif, que habían planteado terminar de plantarla y quemarla como es tradición en esta fiesta durante la noche de San José.
Lo ha anunciado el alcalde, Joan Ribó y el Gremio de Artistas Falleros para analizar las consecuencias del aplazamiento de las Fallas de este año por la pandemia del coronavirus. Las fiestas se retomarán del 15 al 19 de julio.
Las comisiones falleras están a la espera de afrontar la tarea del desmontaje y almacenamiento de los monumentos. Algunas como la de Marqués de Sotelo permanecen en la calle protegida con plásticos.