ANIMAN A DISFRUTAR DE CADA RELACIÓN

Creer que existe una media naranja puede crear "cortocircuitos" a la hora de formar una pareja

La razón por la que la idea de encontrar la media naranja puede ser negativa se fundamenta en que uno mismo se admite como una mitad incompleta y además se convence de que sólo hay una mitad perfecta para si mismo.

El concepto "media naranja" puede causar ciertos cortocircuitos a la hora de formar pareja, ya que partiría de admitir que somos una mitad incompleta que necesita de otra mitad incompleta y que, además, solo hay una perfecta, asegura en una entrevista la psicóloga Mila Cahue.

Para esta experta, autora del libro 'Amor del bueno. Cuando lo encuentres, cuídalo y disfrútalo', es mucho más sano "no sentirse la mitad de nada, sino seres completos que entran en una relación con intención de compartir y crecer junto a quien, como nosotros, es especial". Cree que el amor de verdad existe y es aquél que "satisface y potencia a las personas implicadas en él".

De hecho, las relaciones son "trajes a medida de las dos personas que lo conforman". De ahí, según esta psicóloga, la importancia de conocerse primero uno mismo, para poder hacer "una buena combinación con la persona que se haya elegido". Aunque el amor puede durar toda la vida, Cahue advierte de que en el caso de que vivamos varias relaciones, lo importante, al margen de su intensidad o duración, es que resulten una experiencia positiva, lo que no siempre se consigue.

Así, con su libro, esta psicóloga, entre otras cosas, pretende ayudar a detectar las parejas manipuladoras y mentirosas y a salir de las relaciones tóxicas. Porque el sufrimiento "no tiene nada que ver con el amor" y cuando "es la consecuencia del placer que le puede producir a otro", su sugerencia es "salir inmediatamente de este tipo de relaciones y, si puede ser corriendo, mejor".

La chispa del enamoramiento que surge al principio "tiene fecha de caducidad", pero es necesaria para que dos personas empiecen a poner en práctica lo que saben sobre el amor, sobre la conducta de amar, "que es al fin y al cabo lo que va a mantener vivos los sentimientos afectivos, si es posible, hasta el final".

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