LOS DUEÑOS DE LOS ESTACIONAMIENTOS
Con el verano, el número de aparcacoches o gorrillas, tal y como se les conoce, se multiplica. Esto ocurre, sobre todo, en las zonas de playa, como en el paseo marítimo de Valencia, donde se pueden contar cerca de 40 aparcacoches ilegales.
Se encargan de encontrar un aparcamiento y señalar a los conductores cómo pueden aparcarlos, a cambio de alguna propina.
Es el Ayuntamiento el encargado de gestionar la presencia de los gorrillas, pero en Valencia, en los meses de verano, no hay ni un metro de distancia entre uno y otro.
Para los conductores, la presencia de estos trabajadores ilegales genera un eterno debate: ¿Darles o no dinero? Muchos prefieren pagarles con monedas sueltas que no llegan a un euro, por el miedo a que puedan atacarlos a ellos o a sus coches. "Es por el miedo a que te hagan algo, no por otra cosa", asegura una conductora.
Al día, estos gorrillas pueden conseguir entre 30 o 40 euros, gracias a las propinas que reciben de cientos de conductores.