Galicia

'Cráneo Rojo', el villano de Capitán América, vive en Ourense: "Cuanto más me acerco al personaje, más satisfecho"

Henry Rodríguez, un venezolano de 34 años, nos muestra su transformación o su "proyecto de vida" como amanta de los cómics en Galicia: se ha operado 15 veces y gastado 30.000 euros para parecerse a Red Skull.

Si pasea por las calles de Ourense (Galicia) y es amante de los cómics de Marvel puede encontrarse con un rostro que le resulte familiar. Nada menos que Red Skull (Cráneo Rojo), el villano archienemigo del Capitán América. Pero no tiene por qué asustarse, ya que no se trata del malo de la saga, si no de Henry Rodríguez, un venezolano de 34 años, que acaba de llegar para quedarse en la ciudad de As Burgas y que profesa una gran admiración por Red Skull.

La transformación, o "su proyecto de vida", como él mismo lo califica empezaba hace unos nueve años. Hasta el momento, le ha costado, quince operaciones y más de 30.000 euros. Su pasión por el body modification le ha llevado a realizar intervenciones más agresivas que los tradicionales tatuajes o piercings. Así, el cambio más drástico ha sido la amputación de la nariz.

También se ha quitado los lóbulos de las orejas, o se ha colocado implantes de silicona en las frente, las cejas y los pómulos. Además, ha tatuado el blanco de sus ojos de color negro, con una técnica especial, que le aporta un aspecto más similar al villano del cómic.

Henry se siente orgulloso de su aspecto y de todo lo que ha conseguido con ello, como el hecho de formar parte del libro Guinness de los récords o haber visitado más de cuarenta países mostrando la evolución de su cuerpo. Aún así, "todavía me quedan algunas modificaciones por hacer y tengo pendiente acabar de tatuar mi cuerpo al cien por ciento", nos confiesa. Asegura que cuando se mira al espejo le gusta lo que ve.

Trabaja en un estudio de tatuajes

"Me siento como aquella persona que está gordita y va al gimnasio para perder peso. Conforme va logrando objetivos y va viendo esos progresos en el espejo, se va sintiendo mejor. A mi me pasa lo mismo. Cuanto más me acerco al personaje, más satisfecho me siento", sentencia.

No le molesta que le miren por la calle y reconoce que se siente más cómodo "en las provincias que en las capitales", porque en las provincias encuentra un mayor calor humano y gente más auténtica. Ese es el motivo por el que prefiere lugares como Ourense, en el que se acaba de asentar y donde ya trabaja en uno de los estudios de tatuajes más conocidos de la ciudad.

Los 'selfies' con filtros condicionan cada vez más las operaciones estéticas en la cara

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