QUINTA SESIÓN DEL JUICIO POR LA MUERTE DE 5 JÓVENES
El coordinador jefe de Seguriber durante la tragedia del Madrid Arena Juan José Paris Nalda ha dicho que no se enteró de la avalancha mortal que ocurrió en el Madrid Arena hasta las 06.00 horas cuando se lo comunicaron responsables Madridec, es decir, dos y media más tarde. Paris Nalda es el segundo de los responsables de Seguriber en declarar, tras el jefe de equipo Jose Antonio Díaz Romero, durante la quinta sesión del juicio por la trágica fiesta en la que murieron cinco jóvenes por una avalancha humana el 1 de noviembre de 2012.
El fiscal le acusa de incumplir las medidas de seguridad permitiendo que la gente continuara entrando sin control alguno, que se abrieran indebidamente vías de evacuación y que gran parte de los vomitorios permanecieran cerrados". Pero también que "en el interior del pabellón permaneciera un número de asistentes muy superior al permitido, que no se cumpliera el aforo por plantas así como que el encargado del cuarto de cámaras, Roberto Mateos, se ausentase de su puesto de trabajo durante largos períodos de tiempo".
"Alrededor de las seis de la mañana me comentaron que se había producido una avalancha altos cargos de Madridec", ha explicado, sin revelar quienes fueron esas personas. La avalancha se produjo a las 03.35 horas. Sin embargo, ha dicho que minutos antes vio a una chica en el suelo y junto al responsable de llaves de Seguriber Cristian Fraile trataron de ver si tenía pulso. "Cuando vimos que no tenía pulso la llevamos al botiquín", ha explicado.
"Lo prioritario en ese momento era trasladar a la joven a la enfermería. Entramos, vimos una camilla pero salimos porque detrás vimos que había más gente", ha agregado. Al igual que lo manifestado previamente por el jefe de equipo de Seguriber Jose Antonio Díaz Romero, Paris ha acusado a Francisco del Amo, coordinador de proyectos del departamento de operaciones de Madridec, de dar la orden de la apertura del portón por el que se colaron 3.000 personas.
"Oí a Jose Antonio que Del Amo ordenaba la apertura del portón", ha señalado el procesado que ha manifestado que era "normal" que se abriera ese portón para acceso de personas, "incluso en eventos del Diviertt". Respecto al control de cámaras, ha explicado que el vigilante Roberto Mateos se ocupaba de "verificar que los sistemas funcionasen (cámaras, teléfonos y walkies) y en un momento dado si se recurre a él, poder activar el plan de autor".
Ha manifestado que Fraile era la persona que le debía sustituir si Mateos se ausentaba, como así sucedió en numerosas ocasiones, aunque luego ha matizado que "le podía relevar cualquier otro compañero". Preguntado por si observó irregularidades o problemas en el pabellón o en el dispositivo de seguridad desplegado ha dicho que no vio "ninguna situación de peligro" aunque sí que "había mucha gente". Sobre el aforo, ha dicho que esta cuestión corresponde al organizador y que, por tanto, no le comunicaron el aforo ni que fuera por plantas.
"Tampoco tenía por qué saberlo", ha subrayado. El acusado ha responsabilizado a la Policía Municipal del botellón exterior al destacar "el parking sí que había sido desalojado en otras ocasiones por la policía" aunque en este evento "no tomó medidas para el desalojo". Al respecto, ha dicho que solo vio cinco coches estáticos de la Policía Municipal. "Me parece poquísimo", ha destacado Paris que ha recordado que en otros eventos era habitual observar agentes municipales y nacionales tanto uniformados como de paisano en el recinto.