KIT ESPÍA
Si usted tiene una tienda de artículos de espionaje, pocas ideas puede haber más tentadoras que la de replicar la indumentaria y los instrumentos de trabajo de alguien a quien se atribuye haber realizado grabaciones y escuchas por doquier.
Así lo ha hecho Antonio Durán, jefe de La Tienda del Espía, que ha lanzado el 'kit Villarejo' a partir de las primeras imágenes que se difundieron del excomisario acudiendo a declarar a los juzgados cuando aún estaba en libertad e intentaba ocultar en vano su cara tras una carpeta.
Esa imagen del expolicía, en prisión provisional desde noviembre de 2017, inspiró a Durán: un producto a la medida de alguien que ha pasado a formar parte del imaginario colectivo como el hombre capaz de acceder a todos los secretos.
Utensilios para espionaje
El denominado 'kit Villarejo' esconde cámaras y micrófonos con una autonomía de grabación de dos y quince horas para un "uso profesional", integrados en las gafas o en los complementos. Entre ellos, un bolígrafo que registra la voz mediante un sistema capaz de permanecer inactivo, en modo ahorro de batería, mientras no percibe ningún sonido, y que basta conectar a un enchufe para recargarlo. La idea surgió hace un año, entre la parodia y el 'modus operandi' del agente encubierto que afirmó poder acabar con el Estado, una vez que Villarejo aparecía sin freno en las noticias.
Aparte del kit básico, que cuenta con dispositivos para grabar solo audio y unas lentes de sol con efecto espejo en los laterales para ver lo que pasa a ambos lados de la espalda, el establecimiento ofrece un paquete de vídeo y otro 'deluxe'.
Aumenta en estos el precio, de 405 a 705 euros, y las prestaciones, ya que las gafas permiten ahora filmar a la vez imagen y sonido, junto al bolígrafo espía, la carpeta para guardar "documentos confidenciales" y la gorra 'gatsby' que le caracteriza. En esta suma de artilugios se busca, según sostiene Durán, la formación de "profesionales de la vigilancia, no del espionaje, por ejemplo, industrial", un método al borde la normativa.
Responsabilidad del cliente
Los clientes acuden porque necesitan una respuesta a un problema laboral, conyugal, afectivo, social o económico. Los usuarios explican el problema y los empleados de la tienda plantean la solución. La ley permite "grabar las conversaciones en las que tú participes" de forma directa, no en calidad de tercero, pero también persigue a los que a través de un mal empleo de esa información puedan llegar a cometer un delito.Es el caso de utilizar la información obtenida para fines ilícitos como el cohecho, el soborno de funcionarios del que se acusa a Villarejo, además de por pertenencia a organización criminal y blanqueo de capitales. Pedir algo a cambio entra en el espacio del chantaje, de "la mafia pura", un terreno peligroso en el que deben valorar su gravedad los jueces.
La tienda se desentiende del uso que el consumidor dé a su compra, aunque sí asiste a aquellos que sean "torpes" con la informática y desconozcan cómo exportar las grabaciones. Durán emprendió el negocio junto a su mujer, cuando "no existía ni Villarejo en el mercado de las escuchas". Tres décadas llevan dedicados al comercio de tecnología especializada en seguridad y vigilancia.
"Lo vimos en Estados Unidos, gente famosa que iba a esas tiendas", afirma el propietario de una cadena de venta al público con tres locales en Madrid, además de Valencia, Bilbao y Barcelona. Asegura que por ellos han pasado políticos y gente conocida con interés en sus productos. "Si hay algún político que quiera comprar, puede venir, pero yo mandaría a otra persona", advierte.
Todos podemos ser espiados
Sobre la forma de actuar del excomisario, Durán se muestra "sorprendido" por la cantidad de información que ha conseguido acumular como policía e investigador privado, y espera un "invierno entretenido" si se conocen más datos entre las decenas de terabytes de conversaciones almacenadas.
"Ha sabido manejar el equipo humano y los servicios de inteligencia. Poca gente puede o ha tenido la ocasión de hacerlo", valora. Aun así, cree que es "peligroso" el volumen de información aún no desvelada y que un excomisario con contactos en el nivel más alto de la seguridad española e incluso con relaciones internacionales ha atesorado en discos duros encriptados.
Y lanza una advertencia: "Si alguien te pone en el objetivo y tiene interés, todos podemos ser espiados, desde el Gobierno hasta particulares".