EL JUICIO QUEDA VISTO PARA SENTENCIA

Las contradicciones de Ana Julia Quezada en el juicio por la muerte de Gabriel Cruz

Ana Julia Quezada mantiene que la muerte de Gabriel Cruz fue un accidente y que ella no pretendía hacerle daño al niño. Sin embargo, durante el juicio se han descubierto las numerosas contradicciones en las que ha incurrido.

El juicio contra Ana Julia Quezada ha quedado visto para sentencia y ahora es el turno del jurado popular, que tiene 48 horas para decidir si es culpable del asesinato del pequeño Gabriel Cruz.

En su alegato final, Ana Julia Quezada ha pedido perdón "a todo el que se haya podido sentir mal" y en general a toda España. Sin embargo los investigadores han desmontado la versión de la acusada, algo que tendrá que tener en cuenta el jurado popular a la hora de deliberar.

Estas son las contradicciones en las que ha incurrido Ana Julia Quezada desde que fue detenida tras salir de la finca de Las Hortichuelas con el cuerpo del pequeño en el maletero de su vehículo:

La camiseta de Gabriel

Durante la búsqueda de Gabriel Cruz apareció una camiseta suya que llenó de esperanza a toda España. Sin embargo, los investigadores en seguida supieron que esa prenda no había llegado hasta ahí por casualidad.

A pesar de que durante su declaración ante el juez instructor, Ana Julia Quezada aseguró que lo hizo "porque quería darle esperanzas" al padre del niño, en el juicio subrayó que en realidad lo hizo porque quería que la Policía la encontrara: "Quería que me encontraran, no podía más, no podía aguantar más ese secreto y no podía decírselo con mis propias palabras a nadie".

La autopsia de Gabriel

En su primera intervención en el juicio Ana Julia Quezada reconoció haber matado a Gabriel Cruz ante las preguntas de la Fiscal y aseguró que esa no era su intención y que solo quería que el niño se callara: "No quería hacerle daño al niño, quería que se callara".

Sin embargo, la autopsia llevada a cabo por los forenses desvela que hubo golpes y violencia en la muerte del pequeño, algo que desmontaría la versión de la acusada. Un perito asegura que se han aportado pruebas y evidencias de que "hubo una violencia ntensa y extensa".

Dice que quería confesar

En su declaración durante la vista oral, la acusada aseguró que quería confesar lo que había hecho con Gabriel y que para ello llevó a varios familiares a la finca de Las Hortichuelas. Pero explicó que fue incapaz de decirles la verdad una vez reunidos en la finca con el cuerpo del niño enterrado a pocos metros.

Pero esa declaración no concuerda con los audios grabados desde su vehículo, donde se escucha a la acusada tratando de tranquilizarse a sí misma cuando la Policía le da el alto después de meter el cuerpo del niño en el maletero de su coche: "Ana, no vas a ir a la cárcel", se repetía.

Dice que no fue premeditado

Desde que se halló el cuerpo de Gabriel Cruz en el maletero del coche de la acusada, esta ha subrayado que fue un episodio accidental y que su intención no era hacerle daño al niño.

Ana Julia Quezada siempre ha mantenido que tras una discusión con Gabriel Cruz, le puso la mano sobre la boca para que se callara y que al darse cuenta de que no respiraba, se asustó. Por ello, continuaba, cogió unas herramientas que estaban en la finca y lo enterró junto a una piscina.

Sin embargo, las declaraciones de los investigadores en el juicio ponen en duda esta versión y las palabras del tío de Gabriel, que también declaró como testigo, corroboran la teoría de la Guardia Civil. El hermano de Ángel Cruz aseguró en el juicio que las llaves de la finca de Rodalquilar solo las tenían él y el padre del niño y que la puerta de acceso solía estar cerrada, por lo que le sorprendió haberse encontrado a la acusada fumando junto a la piscina.

También le llamó la atención que hubiera una pala y un rastrillo "muy bien ordenadas, puestas en línea" porque esas herramientas no eran suyas ni de su hermano.

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