Fiesta ilegal
La fiesta 'rave' ilegal que empezó a celebrarse sobre las 21.00 horas del 31 de diciembre en una nave abandonada del municipio barcelonés de Llinars del Vallès ha ido perdiendo asistentes hasta llegar a su fin gracias a un operativo especial de los Mossos d'Escuadra.
Cerca de veinte furgones de los Mossos se han presentado en el lugar donde se llevaba a cabo esta celebración ilegal. La mayoría de participantes han comenzado a abandonar la fiesta al percatarse de la presencia de los agentes. El desalojo se ha llevado a cabo de forma pacífica, aunque ha habido varios participantes de la fiesta ilegal que han dedicado insultos y han lanzado objetos a los agentes de los Mossos.
Más de doscientas personas de varias nacionalidades han participado desde el último día de 2020 en esta fiesta, que fue denunciada por los vecinos de la zona sobre las 21 horas del mismo día 31 y que, según algunas fuentes, querían alargar hasta el día 4 de enero.
El Consejero del Interior, Miquel Sàmper, y el jefe del cuerpo de los Mossos d'Escuadra, Josep Lluís Trapero, han explicado en una conferencia de prensa en Barcelona que, por el momento, hay dos detenidos por organizar la fiesta, una chica holandesa de 29 años y un joven de Tarragona de 22, los cuales pasarán a disposición judicial en las próximas horas. Asimismo, hay cinco personas imputadas por su vinculación con la logística del evento. El desalojo ha concluido con la identificación de todos los participantes en la misma.
Además, manifiestan que han sido necesarios más de 200 policías y siete unidades diferentes en el operativo que se ha puesto en marcha casi 40 horas después del inicio de esta macrofiesta ilegal. "Sabemos las críticas que se nos pueden haber hecho, pero este dispositivo había que encararlo también dentro de una pandemia, señala Trapero. Por último, ambos afirman que se ha elevado la consulta a la Fiscalía por si esto implica un delito de salud pública.
Trapero afirma que de las 215 personas que han participado en la macrofiesta, 100 son españoles, 35 franceses, 10 italianos, 3 andorranos y otros participantes procedentes de Austria, Países Bajos y Luxemburgo. "No quisieron mediar. Antes de la actuación se intentó hablar con ellos. Nadie ha tenido actitud de facilitar y ha habido que entrar y sacarlos", asegura.
Asimismo, ha detallado que no han podido ser identificados a todos los asistentes, unos 300, porque algunos de ellos "han huido campo a través". Por último, Sàmper ha añadido que se han practicado 61 pruebas de alcoholemia, todas ellas con resultado negativo, además de otras por consumo de drogas. También, se han tramitado una treintena de actas por cuestiones como tener el carné de conducir caducado o inspecciones técnicas de vehículos desfasados.