EL MÓVIL COMO DROGA
¿Necesidad o capricho? Uno de cada tres niños, de 10 años, tiene móvil. A partir de los 15, es casi imposible encontrar algún menor que no lleve su Smartphone en el bolsillo. Los expertos advierten de que su uso inadecuado puede producir adicciones con efectos similares a los de las drogas.
Ya hay consultas especializadas en atender a personas adictas al móvil. Cada vez más pacientes, cada vez más jóvenes, con síntomas claramente reconocibles como agresividad, irritabilidad y mal humor.
Menores que son tratados por una adicción, como otras tantas, en la que también se necesita un periodo de abstinencia. Un tiempo sin teléfono móvil, sin datos, sin conexión a internet.
Da igual el lugar, el teléfono les acompaña en el parque, en el patio del cole y hasta en la playa, y cada vez desde más pequeños. También en casa, donde afecta de manera grave en el entorno familiar.
El juez de menores, Emilio Calatayud, habla de una realidad preocupante, y cuenta el caso de dos menores de 15 años detenidas por causar lesiones graves a sus padres, e intentar suicidarse, porque habían sido castigadas sin móvil. Emilio Calatayud considera que el móvil puede llegar a ser una droga.
Y no sólo preocupa cuánto tiempo dedican al teléfono sino, qué hacen con él. Estafas, pornografía, pedofilia. Los peligros son los mismos para los niños y para los adultos.
Pero más que prohibir, los padres tienen que aprender, para poder enseñar. Algo fundamental si no queremos que nuestros hijos estén conectados al móvil, y desconectados de todo lo demás.