Negligencia médica
Iván Mosquera cuenta la larga agonía de su madre. Acudió más de veinte veces a su médico de cabecera y los médicos le diagnosticaron lumbalgia. Murió de cáncer tres meses después.
Iván Mosquera recuerda la larga agonía de su madre. Murió a los 56 años, en casa, con dolores tan fuertes que ni los parches de morfina podían aliviar. Todo ocurrió entre julio y septiembre de 2015, cuando Carmen empezó a tener dolores de espalda. Acudió a su médico de cabecera en Ponteareas, Pontevedra, donde "le hicieron una placa y unos análisis de sangre. En la placa salía que le faltaba un disco intervertebral y que ese era el único problema que tenía", recuerda su hijo.
"Se negaron a hacerle más pruebas"
Los dolores iban a más. Hasta el punto de que su madre acudió más de 25 veces a su médico y al servicio de Urgencias del Hospital de Mioxeiro, en Vigo. Por fin le dieron cita con el traumatólogo, "pero no nos dejó ni sentarnos", dice Iván. "Le pedí por favor que le hicieran más pruebas, hasta en dos ocasiones, y la respuesta fue que, con los pocos recursos que había, no se iban a dilapidar ni a tirar recursos ni dinero".
Los médicos llegaron a decir que todo era psicológico
Los facultativos insistían en el diagnóstico: su madre padecía una lumbalgia. Y nada más. Pero su estado de salud se deterioraba por días. Solo le recetaron analgésicos para calmar el dolor. "Sigue el dolor de manera constante, seguíamos acudiendo al hospital. Hasta el punto de que nos llegaron a decir que todo era psicológico y que le iban a dar parches de morfina".
"Los días antes de morir mi madre estaba postrada en la cama, apenas podía andar"
Iván nunca olvidará el 7 de septiembre de 2015. Su padre le llamó, alarmado, porque la salud de Carmen empeoraba: " Llegué a casa y vi que mi madre no respondía. Le practiqué las maniobras de reanimación hasta que llegó la ambulancia, pero ya era tarde, mi madre había muerto". La propia médica que fue a su domicilio les dijo que nadie moría por el desgaste de un disco intervertebral.
La respuesta a todo llegó tres días después, cuando le practicaron la autopsia. Su madre había fallecido por un "fallo multiorgánico" con causa en untumor localizado en los pulmones, con metástasis en otros órganos.
"Fue un error monumental"
"La medico forense dijo que el error por parte de los médicos y del SERGAS en general había sido monumental". Su madre era fumadora habitual y ninguno de los médicos que la atendieron pensó que aquello podía ser algo más grave que una simple lumbalgia. Por eso decidieron denunciarlo en los tribunales.
Ahora, el Tribunal Superior de Justicia de Galicia ha condenado al SERGAS a indemnizar con 20.000 euros al viudo y a los dos hijos de la paciente fallecida en 2015. Según la sentencia, "las expectativas que tenía, aunque se hubiera diagnosticado a tiempo, eran muy pocas".
A Iván no le vale esa respuesta: "En el peor de los casos, no es lo mismo que te digan que tu madre tiene una lumbalgia a que te digan que está en fase terminal. No es lo mismo. En esos 90 días podría haber estado más tiempo con ella". Ahora solo pide que casos como el suyo no se repitan.