EN LA COMUNIDAD DE MADRID

El 20% de los conductores iría a trabajar en bici si hubiera duchas en sus empresas y carriles adaptados

Según un informe que analiza los hábitos de desplazamiento de los madrileños para ir al trabajo, un 45% lo hace en coche porque considera que es la forma más cómoda pese al tráfico y a la dificultad para aparcar. Sin embargo cerca de una quinta parte de los conductores no tendría inconveniente en ir en bici a trabajar si el sector público impulsara carriles seguros y si la empresa privada extendiera el uso de duchas y vestuarios en los centros de trabajo.

Casi una quinta parte de los conductores reconoce que no tendría inconveniente en desplazarse al trabajo en bici si hubiera más conciencia en este sentido, tanto por parte del sector público, impulsando carriles seguros, como por parte del sector privado, extendiendo el uso de duchas y vestuarios en los centros de trabajo.

Son los resultados de un informe elaborado por Arval, la compañía de movilidad de BNP Paribas, que analiza los hábitos de desplazamiento diarios en horario de trabajo de alrededor de medio millar de empleados en la Comunidad de Madrid. A través de este informe se ha puesto se manifiesto, según apunta la compañía, que el uso de la bicicleta no está muy extendido como medio de transporte para ir al trabajo. De hecho, un 66% reconoce que "ni se plantea utilizarla".

De esta forma, la mayoría de los desplazamientos que se hacen en Madrid por motivos de trabajo (45%) tienen el coche como protagonista. Tanto es así que las dos terceras partes de los trabajadores reconocen que, a pesar del tráfico y las dificultades de aparcamiento, es la forma más cómoda de llegar a la oficina con mucha diferencia.

En este sentido, el estudio revela que los conductores echan de menos una red de transporte público más tupida. De hecho, casi la mitad de los conductores no tiene paradas cerca de su centro de trabajo, mientras que un 30,5% reconoce no tenerlas cerca de sus domicilios, generalmente ubicados en zonas de nueva construcción.

El coche: garantía de independencia
Por esta razón, a pesar de que casi el 44% tiene que llegar con antelación a su lugar de trabajo para buscar aparcamiento, no se plantea otra forma de desplazarse que no sea el coche. Esta concepción del coche como extensión de la libertad individual queda patente también en el hecho de que sólo uno de cada diez comparte vehículo, precisamente no por una cuestión de insolidaridad sino de garantía de independencia.

De esta forma, casi la mitad (48,7%) de los conductores reconoce que no tendría inconveniente en compartir coche con personas que tuvieran exactamente sus mismas pautas de desplazamiento al trabajo, para evitar así tener que desviarse para recoger o dejar a compañeros de viaje.

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