UN TRAJE ESPECIAL LO DEMUESTRA
Conducir bajo los efectos de la resaca aumenta también las posibilidades de sufrir o provocar un accidente. Lo comprobamos con un traje que simula los síntomas de la resaca. Primero un casco que pesa mucho, para simular una jaqueca o una migraña. Después plomos en pies y manos para simular la pesadez y cansancio, que aumentamos con un chaleco de diez kilos. Unas gafas que emiten luz hacia nuestros ojos para deslumbrarnos y unos auriculares con un zumbido propio de una resaca. Y ahora, a conducir.
Desde luego en este momento nos acordamos de lo que hemos bebido. "Se ve como borroso por la luz constante que deslumbra y tenemos que prestar mucha atención porque tenemos un zumbido constante en los auriculares que marea", afirma la periodista de Antena 3 Noticias que prueba el traje especial.
Presten atención a la lente azul, esa es la visión reproducida de alguien resacoso. "El cuerpo está mucho más decaído, pesado, zumbidos, mala visión y las resacas pueden ser muy peligrosas", advierten José Pérez, responsable del diseño del prototipo del traje especial.
Alcohol al volante, no, pero además esperen unas horas.