Sucesos
El hombre, de 75 años y con antecedentes, abusaba sexualmente de sus nietas con juegos en la piscina y masajes.
Este miércoles, un hombre ha sido condenado por abusar sexualmente de sus nietas menores de edad. El individuo, que acababa de quedar en libertad después de cumplir condena por otro delito de abusos sexuales a niñas, era propietario de una tienda de golosinas, en la localidad andaluza de Málaga, que utilizaba para acercarse a sus víctimas.
El hombre tiene 75 años, mientras que sus nietas tienen tan sólo ocho y doce años. El individuo ingresará en prisión, donde permanecerá durante los próximos 11 años y cinco meses tras ser condenado por dos delitos continuados de abuso sexual y contra la indemnidad sexual sobre menores de trece años.
Realizaba tocamientos en la piscina y con masajes
No es la primera vez que este hombre es condenado por un delito de este calibre. Ya en 2008, utilizó la tienda de golosinas que regentaba en Málaga para acercarse a menores, abusando de hasta siete. Unos abusos que tanto él como su familia negaron, incluso, cuando se dictó la sentencia y entró en la cárcel.
Las víctimas de sus últimos abusos sexuales son primas entre ellas. Tal y como se puede extraer de la sentencia de la Audiencia Provincial de Málaga, la cual ha sido revisada por el diario 'Hoy', el individuo comenzó a perpetrar los abusos a una de las nietas en la piscina de su casa. Escondiendo sus repugnantes intenciones con 'juegos', comenzó a hacer tocamientos a la menor.
Una de ellas sufrió ataques de pánico
Sin embargo, llegado a un punto, la niña le dijo a su madre que no quería seguir viendo a su abuelo porque "no le gustaban sus juegos". Unos abusos que le provocaron ataques de pánico, así como temores nocturnos, necesitando terapia psicológica.
A pesar de ello, el condenado continúo visitando a su otra nieta entre 2011 y 2015, a quien realizaba masajes, justificándolos con que la menor hacía mucho deporte, para así poder llevar a cabo tocamientos.
No fue hasta 2020 que, la todavía menor, se dio cuenta de todo lo ocurrido, cuando se percató de que su abuelo había sido condenado, en el pasado, porabusar sexualmente de otras niñas. En ese momento, explicó todo lo sucedido, algo que animó a su prima a revelar todo lo que su abuelo hacía con ello en la piscina, también varios años antes.
Hasta entonces, la familia había mostrado su total apoyo al hombre. Sin embargo, con las declaraciones de las primas, lo denunciaron. Finalmente, el hombre ha sido condenado por los abusos sexuales a sus propias nietas, con la concurrencia agravante de reincidencia.
De la misma manera, no podrá comunicarse ni acercarse a ellas a menos de 500 metros durante los nueve años siguientes a la condena, que serán de libertad vigilada. Además, por los daños psicológicos causados, deberá indemnizar con 6.000 euros a la nieta pequeña.