TENÍA 4 AÑOS CUANDO COMENZARON LAS AGRESIONES

Condenan a ocho años de prisión a un hombre por violar a su hija durante catorce años

La sentencia afirma que el padre aprovechaba cuando la madre no estaba para someter a su hija a prácticas sexuales, mientas mandaba a sus otros hijos a jugar a la calle. El condenado conseguía el silencio de su hija con amenazas e, incluso, con regalos.

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Oviedo ha condenado a un hombre a ocho años de prisión por violar durante trece años a su hija menor, que tenía cuatro años cuando se iniciaron las agresiones en 1983. La sentencia considera probado que el padre aprovechaba las ausencias de la madre para ir a trabajar para someter a la niña a diferentes prácticas sexuales, y mientras mandaba a sus otros hijos a jugar a la calle.

El condenado se aseguraba el silencio de la niña con amenazas, golpes y burlas, y otras veces con regalos. La menor, que recibió tratamiento psiquiátrico y psicológico desde los 11 años, quiso denunciar cuando tenía 15 años tras contarle los hechos a una amiga, pero su madre no la creyó y "achacó todo a la mala relación de la niña con su padre".

La víctima decidió denunciar los hechos en 2011, tras el nacimiento de su hija, y después de contarle a su marido todo lo que le ocurrido. Asimismo, interpuso la querella después de que la abogada de su padre le enviara una carta en la que le imputaba un delito de calumnias y la revelación de una conversación telefónica que había grabado con la intención de que el hombre reconociese los hechos y le pidiera perdón delante de su familia.

La madre de la víctima, al tomar conciencia de lo ocurrido, decidió entonces separarse de su marido. La sentencia indica que la víctima, "en un principio, se daba por satisfecha con que su madre y hermano supiesen que ella no mentía y qué clase de padre había sido el procesado".

No obstante, tras recibir la carta de la abogada de su padre, pidió asesoramiento jurídico y decidió interponer la querella en mayo de 2011. El fallo impone la pena mínima para un delito continuado de violación (8 a 15 años) al haber transcurrido el 90 por ciento del tiempo de prescripción. La sentencia, contra la que cabe recurso de casación, también impone al acusado el pago de una indemnización de 35.000 euros.

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