EN ARENYS DE MAR (BARCELONA)
El Juzgado Penal 1 de Arenys de Mar (Barcelona) ha condenado a dos años y medio de inhabilitación al que era dueño de un bar de esta localidad que echó a cinco clientes por ser negros, manifestándoles: "No quiero negros aquí". Le han condenado a inhabilitación para el ejercicio de profesión, oficio, industria o comercio e inhabilitación especial para el ejercicio de profesión u oficio educativo, en el ámbito docente, deportivo y de tiempo libre.
El tribunal considera probado que el acusado C.E.F., a las 11.38 horas del 15 de mayo de 2016, le pidió a un cliente, que estaba en la terraza junto a otras cuatro personas tomando sus consumiciones, que entrara, y le dijo: "No quiero negros aquí". Este cliente regresó entonces con sus compañeros, a quienes les comunicó que debían abandonar el establecimiento y, al ir otro de ellos a pedir explicaciones, el acusado insistió que no quería "negros en el local".
El juzgado considera que el acusado ha cometido cinco delitos contra los derechos fundamentales y las libertades públicas en concurso ideal, previstos y penados por el artículo 512 del Código Penal, y le condena también a indemnizar a las víctimas con 300 euros cada una por los perjuicios causados.
Las cinco víctimas explicaron los hechos en el juicio y algunos de ellos expresaron que les "dolió muchísimo" y que se sintieron ofendidos de que les echaran del bar.
La juez entiende que las declaraciones de los afectados han sido claras, coherentes y persistentes para probar las acusaciones, y que han sido corroboradas por las de los Mossos d'Esquadra que acudieron al bar posteriormente, ya que el acusado también les manifestó que les echaba "por su color de la piel".