Abuso sexual
El padre aprovechó su relación de parentesco y la "influencia y dominio" para abusar sexualmente de forma continuada a sus hijas de 11 y 13 años.
El Tribunal Superior de Justicia de Valencia ha informado que la Audiencia de Castellón ha impuesto una condena de 22 años de prisión a un hombre que abusó sexualmente de sus dos hijas menores de edad en 2016. Las pequeñas, de 11 y 13 años, sufrieron abusos de forma continuada. Según asegura el Tribunal, el hombre se aprovechó de la relación de parentesco y de la "influencia y dominio" que ejercía sobre sus hijas para someterlas a distintas prácticas sexuales.
El tribunal también han probado que al tener las dos niñas una discapacidad psíquica, al padre le fue más sencillo realizar estos terribles actos. La madre de las pequeñas poco podía hacer ante los hechos porque durante ese año en 2016 se llama postrada en la cama y medicada. Aunque hombre y mujer compartían domicilio, se trataba de una pareja divorciada dos años antes.
Una de las niñas se lo contó a su profesora
Las alarmas saltaron cuando una de las niñas le contó a una de sus profesoras de 2016 lo que ocurría en su casa. Su madre dormía profundamente durante las noches por la fuerza medicación que tomaba y su padre entraba en la habitación de las hermanas para abusar sexualmente de ellas.
Finalmente, ha sido condenado a dos delitos continuados de abusos sexuales cometidos contra menores de 16 años y, por cada uno de ellos, se le ha impuesto una pena de 11 años de prisión. Además, deberá indemnizar a cada niña con 10.000 euros por los daños morales y se le ha prohibido aproximarse a menos de 500 metros o comunicarse por cualquier medio en los próximos 10 años. A esto también se suma la privación de la patria potestad y una medida de libertad vigilada de ocho años una vez cumpla la condena