CONSIDERADO UN MATERIAL DE PRIMERA NECESIDAD
La falta de servicio telefónico, recortes de luz o continuos retrasos en trenes, son sólo algunas de las consecuencias del robo de cobre sufridas por los usuarios. El impacto social del robo de cobre cada vez es más importante.
Esta semana se conocía una sentencia pionera en España. Un juez de Manresa consideraba que el robo de cobre iba más allá del simple hurto y condenaba a penas de prisión a 4 personas que robaron 200 metros de cable. El matiz está en que este material es un bien de primera necesidad.
Desde que China se convirtiera hace tres años en el principal demandante de este material, su precio ha crecido notablemente. En el mercado se paga 6.000 euros por tonelada, por lo que ahora son el principal objetivo de mafias. Los asaltantes persiguen a los camiones que trasladan este material. Pero según las autoridades seguir la pista de los ladrones de cobre es tarea difícil.