Restaurante Atrio
La Audiencia de Cáceres ha condenado a cuatro años y medio de prisión al hombre juzgado por el robo de vino en el restaurante Atrio. La pena para su compañera ha sido de cuatro años de cárcel. La sentencia señala que robaron 45 botellas de vino con un precio de venta de 1.600.000 euros.
"¿Dónde están las botellas? me pregunto yo también, que soy el ladrón. Quisiera saber dónde están", fueron las palabras finales en el juicio de Constantin D. A su lado, su pareja de vida y de banquillo, Priscila G., guardaba silencio. Los dos mantenían su inocencia. Pero la Audiencia Provincial de Cáceres les ha condenado por el robo de 45 botellas de vino de la bodega del hotel-restaurante Atrio. Para él, cuatro años y medio de prisión, lo que pedía el fiscal. Para ella, cuatro años.
Los magistrados consideran probado que la pareja se alojó en el hotel Atrio la noche del 26 de octubre de 2021. Fue ella la que se registró como huésped con nombre falso. Después, él apareció para cenar juntos en el restaurante del hotel, un dos estrellas Michelín de prestigio internacional. Tras la cena, realizaron una visita guiada por su reconocida bodega.
Más de un millón de euros en vino
Según la sentencia, ya de madrugada él volvió a la bodega tras sustraer una tarjeta maestra en recepción mientras su pareja hacía encargos desde la habitación al único empleado presente en esos momento. El hombre robó 45 botellas de vino con un valor en carta de 1.648.500 euros. Una de ellas, un vino dulce de Burdeos con más de dos siglos de antigüedad, un Château d'Yquem de 1806 único en el mundo, con un precio de venta de 350.000 euros. Entre el resto de botellas que sustrajeron, algunas estaban valoradas en 33.000, 35.000 o 45.000 euros.
"Los acusados abandonaron precipitadamente el hotel sobre las cinco de la madrugada cargando el varón la mochila a la espalda y los dos bolsos con las botellas, en las que habían introducido cuatro toallas de baño de la habitación del hotel para evitar que tintinearan entre ellas", añade la sentencia.
Las cámaras de seguridad grabaron al autor del robo sacando las bolsas con las botellas. El acusado siempre ha dicho que él no es quien aparece en la grabación y ha mantenido su inocencia durante el juicio. Eso sí, evitó responder a las preguntas de fiscal y acusación, mientras su abogada no le planteó cuestión alguna. Habían acordado que no declararía.
La defensa recurrirá la sentencia
La defensa va a recurrir la sentencia. "Es una condena que consideramos muy dura. Estamos hablando meramente de una sustracción de botellas, no es un delito violento ni contra la persona", señala Sylvia Córdoba, abogada de los dos acusados, a Antena 3 Noticias. Han sido condenado por robo con fuerza. "En el peor de los casos sería un hurto, porque no ha quedado acreditado el uso de esa llave magnética para abrir la bodega. Son penas desproporcionadísimas", añade la letrada.
Constantin D. se permitió terminar el juicio con una sutil crítica al hotel-restaurante. "Un hotel de cinco estrellas y dos estrellas Michelin, que tiene una bodega de tanto nivel con tanto vino, con botellas históricas y que no tiene cámaras dentro..., no deberíamos estar aquí hablando de qué ha pasado dentro", señaló en sus palabras finales. Las cámaras que, según el fallo, le captaron transportando las bolsas con las botellas están en los pasillos. En el interior de la bodega no había ninguna. Por ese motivo, no existe grabación alguna del momento mismo del robo.
Los jueces ordenan a los dos acusados que indemnicen a la compañía aseguradora del hotel-restaurante con 753.000 euros, lo que pagó el seguro al establecimiento por las 45 botellas sustraídas. Es menos la mitad de esa cantidad de 1.600.000 en las que estaban valoradas, siguiendo el precio marcado en la carta del restaurante. José Polo, copropietario de Atrio y responsable de su bodega, explicó en el juicio que "el precio se le pone como a todo en la vida: hay un mercado impresionante de segunda mano y no hay vino para todo el mundo que desea ese tipo de botellas, un buscador le pone precio; el valor es relativo, lo pone la falta de vino".
¿Dónde están las botellas?
Sobre ese Château d'Yquem 1806 valorado en 350.000 euros, Polo explicó al tribunal que "es una botella histórica que yo no hubiera vendido ni por un millón de euros. Hay un valor histórico y un valor sentimental". Ya fuera de juicio, a preguntas de Antena 3 Noticias, tras un momento de dudaPolo se mostró dispuesto a negociar un rescate por esa botella "si se supiera dónde está y quién la tiene", añadió.
Esa es la gran duda que queda sin resolver en la sentencia. Nadie sabe dónde están esas 45 botellas. Los dos acusados fueron detenidos meses después del robo cuando intentaban entrar en Croacia desde Montenegro. Una Orden Europea de Detención y Entrega permitió detenerles y enviarles de inmediato a España. Pero no llevaban consigo las botellas.
Nunca han reconocido su implicación en el robo y, por tanto, ellos nunca han aclarado qué pasó con los vinos. La Policía explicó en el juicio sus sospecha de que fueron vendidas, probablemente a personas de otros países, pero carecen de pruebas. No descartan que la botella de 350.000 euros la tengan escondida Constantin y Priscila a modo de plan de pensiones.
El tiempo de negociar su devolución ya ha terminado. Una sentencia les acaba de condenar a cuatro años de prisión, la misma en la que llevan desde julio de 2022 tras ser atrapados.