ELLA DEFIENDE AL AGRESOR

Condenado a seis meses de cárcel el joven marroquí que tiró a su esposa embarazada de la furgoneta

La primera vez que la auxiliaron en el suelo confirmó que había sido empujada por su marido.

El Juzgado de lo Penal número 4 de Valladolid ha condenado a una pena de seis meses y un día de cárcel al joven de origen marroquí J.Z. por un delito de maltrato en el ámbito familiar sobre su mujer, con la que discutió el pasado día 9 de marzo en el interior de la furgoneta que ocupaban en la Plaza de Las Brígidas y a la que arrojó a la vía cuando se hallaba en avanzado estado de gestación.

La condena implica además que el citado joven no podrá acercarse a la víctima durante un año, seis meses y un día, y ello a pesar de que la pareja espera un bebé que podría llegar este mismo mes, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas. La fiscal del caso había solicitado para el acusado una condena de nueve meses de cárcel y la prohibición de acercarse a su pareja por espacio de dos años, frente a la petición absolutoria de su defensa, que, además de rechazar la comisión del citado delito, incidió en las consecuencias humanas y familiares de una posible sentencia condenatoria.

Durante la vista, J.Z, de 34 años, negó haber golpeado y arrojado a su esposa de la furgoneta pero sí reconoció que discutió con ésta, de 30, porque él se disponía a realizar un viaje a Marruecos, donde iba a participar en una tradicional fiesta del caballo, y ella pretendía acompañarle, algo que él no veía conveniente debido a se encontraba en los últimos meses del embarazo.

Ella dice que cayó accidentalmente

Su versión fue corroborada por la aludida, quien sostuvo que se apeó voluntariamente del vehículo pero que al poner el pie perdió el equilibrio y cayó al suelo debido a que sufría un esguince de tobillo anterior. Dos testigos que presenciaron los hechos ocurridos en la confluencia de la calle Gardoqui y la Plaza de las Brígidas, un abogado y un profesor, ratificaron las declaraciones presentadas en su momento en comisaría, con la particularidad de que el primero vio a la víctima ya caída en el suelo y el segundo presenció cómo salía despedida de la furgoneta, aunque sin precisar si fruto de un empujón o de forma accidental.

El letrado testigo de lo ocurrido, cuya declaración ha tenido gran peso en el fallo del juzgador, confirmó que al acercarse a la mujer para auxiliarla, ésta le reconoció que había sido empujada, mientras que el docente explicó que llegó a ver al acusado golpear a la víctima en un hombro.

En su informe final, el defensor del acusado recordó que en este tipo de delitos el objetivo es preservar la paz familiar, "bien jurídico protegido que quedaría quebrado" ante una posible condena, además de las graves consecuencias que tendría para la pareja, que sigue viviendo con total normalidad. A ello, añadió el hecho de que la mujer dará a luz a final de este mes y el único sustento familiar es el sueldo que percibe el marido como repartidor en una gran superficie comercial.

Como ejemplo de la buena relación de la pareja, el defensor, que calificó el episodio protagonizado por su defendido como un "exceso gestual", recordó que el mismo día en que J.Z. declaró en el Edificio de los Juzgados, en la calle Angustias, fue puesto en libertad y salió ya entonces del inmueble de la mano de su supuesta víctima. La pareja convive desde hace cinco años y ella, a punto de tener el bebé, es madre de una menor de 14 años fruto de una relación anterior.

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