ALICANTE | CUATRO AÑOS DE CÁRCEL

Condenado un hombre de 44 años por abusar de una menor, amiga de su hijo, aprovechando que estaba ebria

El procesado se encontró con la menor en un pub de Jávea, y tras estar bailando un rato con ella, se ofreció a llevarla en coche a su casa. Una vez en el vehículo, aprovechó el estado de embriaguez de la joven para aparcar y abusar sexualmente de ella.

La Audiencia de Alicante ha impuesto cuatro años de cárcel a un hombre por abusar de una menor de edad, amiga de su hijo, aprovechando que estaba ebria, según la sentencia. El tribunal ha declarado probado que C.A.G.S., de 44 años, se encontró casualmente con la joven, que tenía entonces 16 años, en un pub de Jávea (Alicante) el 23 de febrero de 2013.

De acuerdo con la resolución judicial, notificada a las partes, el procesado estuvo bailando con la menor un rato y luego se ofreció a llevarla en coche a su domicilio. Una vez en el vehículo, aprovechó el estado de embriaguez en que se encontraba la joven para aparcar en las inmediaciones de la casa de ésta y abusar sexualmente de ella. Debido al ingente consumo de bebidas alcohólicas que hizo esa noche con otros amigos, la víctima no ha podido recordar nada de esa experiencia, pero ha sufrido un trastorno ansioso-depresivo que aconseja un tratamiento psicológico.

Los informes periciales que describen la sintomatología que sufre la joven han llevado a los magistrados a considerar "un hecho cierto" que hubo un contacto sexual entre ella y el procesado. C.A.G.S. admitió de hecho durante el juicio que mantuvieron esas relaciones, pero alegó que habían sido consentidas por ella. La Audiencia de Alicante sostiene, en cambio, que el estado de "intoxicación etílica" en que la menor se hallaba en esos momentos "le impedía tanto prestar su consentimiento a tal relación como mostrar oposición a su práctica".

Así se desprende del testimonio de numerosos testigos que compartieron con ella algunos momentos de la noche y que la vieron beber en cantidad hasta llegar incluso a caer al suelo. "Los estados de aletargamiento derivados de la ingesta alcohólica pueden originar una momentánea pérdida de los frenos inhibitorios que, como en el caso presente, desemboca en una anulación de las facultades intelectuales y volitivas", señalan los magistrados.

Según el fallo, el acusado era plenamente consciente de esa circunstancia y se aprovechó de ella para consumar las relaciones sexuales con la menor, a la que tendrá que indemnizar con 6.000 euros por los daños morales que le ha causado.

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