Custodia
El juzgado de lo Penal número 4 de Cádiz ha impuesto una condena de dos años de prisión a una abuela acusada de sustraer a su nieto, al que escondió para tratar de impedir que el menor se fuera a vivir de forma temporal con una familia de acogida, tal y como habían decidido los Servicios Sociales."Pero si yo no he matado a nadie, dos años de cárcel, pero si yo lo único que quiero es estar con mi nieto", se lamenta Ana Jiménez.
La sentencia impone además a la abuela del niño cuatro años de inhabilitación especial para el ejercicio de la patria potestad del menor. Ana vivía con su nieto desde su nacimiento en un régimen de acogida provisional por los problemas de drogas de sus padres.
La acusada se comprometió a entregar al menor el 28 de julio de 2017, pero no lo hizo. "No está bien lo que hice, no se lo aconsejo a nadie que lo haga, que coja a un niño y se lo lleve, no, comprendo que una palmadita en la espalda no me iba a dar pero tampoco para echarme dos años de cárcel" repite Ana.
Tres días después dos asesores del Servicio de Protección de Menores de Cádiz se trasladaron a su casa. Al no encontrar a nadie fueron a la de su madre y bisabuela del niño, que les dijo que su hija se había llevado al menor a un domicilio desconocido para no entregárselo.
La acusada, que en el juicio explicó que se negó a entregar al menor por miedo a que fuera "adoptado", actuó con la "clara intención" de "no restituir al menor cuando existía una resolución administrativa al respecto", según la sentencia.
Por ahora no tiene que entregar a su nieto ya que la sentencia está recurrida a la Audiencia provincial de Cádiz.