Valladolid
La Audiencia de Valladolid confirma la sentencia de Primera Instancia, que condenó al centro residencial porque no adoptó "ninguna medida adicional más allá de intentar disimular la medicación machacándola".
La residencia de ancianos Plaza Real de Zaratán y su aseguradora deberán indemnizar con 159.408,38 euros a los familiares de un residente que falleció con una deshidratación grave casi un mes después de ingresar en este centro sociosanitario.
La audiencia Provincial de Valladolid acaba de confirmar -mediante sentencia de fecha 2 de septiembre de 2022- la condena dictada previamente por el Juzgado de Primera Instancia de número 1 de Valladolid contra la sociedad La Saleta Care, responsable del citado residencial.
Según la asociación El Defensor del Paciente, tanto esa entidad como su aseguradora deberán afrontar la indemnización más los intereses moratorios. Todo ello teniendo en cuenta que la residencia fue responsable del fallecimiento de L. S. R, de 70 años, al considerar probada la falta de una debida atención durante el tiempo que estuvo ingresado en la residencia.
El residente falleció en el Hospital Universitario Rio Hortega de Valladolid el día 15 de enero de 2020, con el diagnóstico principal de deshidratación grave y fracaso renal agudo prerrenal. Y seis días después de ingresar en ese centro hospitalario, adonde llegó el 9 de enero de 2020 por deshidratación con signos de infección.
Esa deshidratación comenzó a manifestarse desde el ingreso del anciano el día 17 de diciembre de 2019 en la Residencia La Saeta Care S.L y aumentó significativamente durante los primeros días de enero de 2020. El anciano, diagnosticado de enfermedad de párkinson, adoptó una actitud de rechazo a la toma de la alimentación y de su medicación, con una pérdida de peso considerable y un empeoramiento severo, que le llevó a no poder comer solo ni tragar.
"Ante ese deterioro alarmante y de muy rápida evolución, los responsables de la residencia no adoptaron ninguna medida adicional más allá de al parecer intentar disimular la medicación machacándola", indicó ayer el Defensor del Paciente.
Existió un incumplimiento de las obligaciones de la residencia
La Audiencia Provincial de Valladolid acoge los argumentos del juez de Primera Instancia que declaró la existencia de un grave incumplimiento de las obligaciones asumidas por la residencia respecto a los cuidados esperables del residente, como el apoyo a las actividades cotidianas, que es de mayor intensidad respecto de las personas dependientes, como era el caso del fallecido. Y esa negligencia está causalmente relacionada con la muerte del residente, ya que la causa de la muerte fue fundamentalmente la deshidratación a la que se llegó por la falta de esos cuidados.
Por otro lado, la presidenta de la Asociación El Defensor del Paciente, Carmen Flores, destacó que sentencias como ésta "dignifican a nuestros ancianos, dándoles el valor y lugar que deben ocupar en nuestra sociedad". Y añade: "Un sector cuyas vidas suele ser minimizado cuando la realidad es que los mayores siguen representando los valores y las tradiciones de nuestra sociedad. Su vida, su existencia, igual que la de los jóvenes es un bien jurídico que proteger".
"Las residencias de ancianos cobran altas cantidades económicas por el cuidado de los ancianos y asumen la obligación de velar por ellos y cuidarlos. Las familias confían en su diligencia y tiene legitimas expectativas de confianza en la seguridad para sus seres queridos. Que un anciano llegara en las condiciones que llegó L.S.R. a un centro hospitalario es un acto cruel e inhumano que no puede ser consentido de ninguna manera", indicó.