Sucesos
La acusada intentó envenenar a siete compañeros del centro penitenciario introduciendo metadona mezclada con Nordiazepam en la comida de algunos miembros del equipo médico de la prisión.
La Audiencia Provincial de Huelva ha condenado a un total de 21 años de cárcel a la funcionaria del Cuerpo de Enfermeros de Instituciones Penitenciarias que trabajaba en la prisión de Huelva y que fue acusada de intoxicar con metadona a siete sanitarios en el año 2018. Además, ha sido condenada al pago de una indemnización a cada una de las víctimas y la prohibición de acercarse a ellas.
Según información recogida por Europa Press, en la sentencia se considera a esta persona "autora criminalmente responsable" de cuatro delitos de lesiones por los que se le condena a dos años y tres meses de prisión, por cada uno de ellos. También se la considera autora de otros seis delitos por lesiones al resto de las víctimas, por los que pagará dos años de prisión por cada uno.
El juicio a la acusada se llevó a cabo el pasado mes de septiembre. Fue entonces cuando el juzgado onubense señaló en la sentencia que el máximo cumplimiento de las penas no puede exceder de seis años y nueve meses "declarando extinguidas las que procedan desde que las ya impuestas cubran dicho máximo".
Junto a la condena, la autora de los hechos también ha sido inhabilitada del derecho de sufragio pasivo y para el ejercicio de profesión de enfermera durante el tiempo de duración de la condena, toda vez que no podrá acercarse a las víctimas a menos de 300 metros por tiempo de once años y nueve meses a sus domicilios, lugares de trabajo ni ningún otro lugar que frecuenten. Por último, tampoco podrá comunicarse con ellos.
¿Cuándo y cómo sucedieron los hechos?
El escrito de Fiscalía señala que los hechos por los que fue juzgada sucedieron entre julio y noviembre de 2018. En ese periodo, la acusada "con claro ánimo lesivo, aprovechando el acceso como enfermera a un armario con llave en la farmacia dentro de la enfermería" del centro penitenciario, al que tenía acceso, "procedió a hacerse con unas cantidades indeterminadas" de metadona "para introducirla en los alimentos que para consumo propio guardaban sus compañeros en la sala de descanso localizada en dichas dependencias".
Se conoce que que esta metadona era mezclada con Nordiazepam y, ocasionalmente, con Pregabalina. La ingesta de metadona por quien no está habituado mezclada con fármacos potenciadores "es susceptible de suponer un grave riesgo para la salud".
En este sentido, la Fiscalía manifestó que, con motivo de ello, los compañeros de esta enfermera sufrieron intoxicación aguda con metadona, pregabalina y diacepam y trastorno adaptativo, por lo que tuvieron que ser médicamente tratados por diversos perjuicios para cada uno de ellos.
Para la acusada se pidieron 23 años de prisión el pasado mes de junio. Finalmente, la condena será de 21 años, además de las pertinentes indemnizaciones y medidas cautelares impuestas.