Volcán La Palma
Las concentraciones de CO2 que se registran en la zona del volcán de Cumbre Vieja en La Palma son "incompatibles con la vida".
Ya han pasado cinco meses del fin de la erupción del volcán de Cumbre Vieja, en La Palma, pero sus efectos se siguen notando en la isla, concretamente los gases nocivos, hay concentraciones anómalas de dióxido de carbono que pueden provocar incluso la muerte si la exposición es prolongada y que también dificultan la vuelta de los vecinos a sus casas.
El motivo de estas grandes concentraciones de dióxido de carbono está claro: "las emisiones de gases se concentran en esa zona porque es una gran depresión" y desde el IGN explican que "no sabemos cuánto tiempo va a durar, lo que vamos a hacer por parte del IGN es aumentar el número de estaciones de vigilancia de gases en esas zonas" condfiesan.
Volcán de Cumbre Vieja
El volcán del Cumbre Vieja estuvo casi tres meses en erupción provocando daños irreparables en más de 1.100 hectáreas, lo que ha provocado que se haya modificado por completo el paisaje la isla y que la vida de miles de vecinos haya cambiado por completo después de ver sus propiedades totalmente sepultadas por la lava.
Fueron más de 7.000 las personas que tuvieron que ser evacuadas en días complicados y cargados de angustia y desolación ante la incertidumbre que ocasionaba el volcán. Más de 1.600 edificaciones quedaron totalmente sepultadas dejando a los habitantes de La Palma sin un techo en el que vivir.
Afortunadamente, el pasado 13 de diciembre la erupción del volcán cesó, aunque el camino que deben recorrer los vecinos para reconstruir sus vidas y reubicarse en otros lugares es mucho más largo y complejo. Quién les iba a decir a estos vecinos que aquel 19 de septiembre, día en el que se inició la erupción, cambiaría sus vidas para siempre y la historia de la conocida como isla bonita.